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Aristóteles dijo1 “La amistad es un alma que habita en dos cuerpos”. Los verdaderos amigos son los hermanos que Dios nos da el privilegio de elegir y con quienes construimos una sólida y fuerte relación, que en muchos de los casos puede convertirse en columna de nuestra vida, por el compaerismo o la fraternidad con la que la desarrollamos.
Una verdadera amistad va mucho más allá de la ayuda necesaria de acuerdo a las circunstancias, de los bonches, las fiestas o celebraciones¿ En los últimos días he tenido decenas de razones para analizar los aportes que de una u otra manera he recibido a través de decenas de personas con las que he desarrollado una linda y verdadera amistad. De igual manera, he pasado balance en los aportes que en doble vía se logran con el cario sincero y el soporte de los amigos.
Esto no me cierra los ojos a las diferencias entre amigos, conocidos, allegados y relacionados. Hay gente que llega y nos llena y parece que tiene toda la vida a nuestro lado2 otros siempre han estado ahí y su forma de ser los convierte en seres invisibles. Aplica para familiares ¿ Hace un tiempo me encontré con una seora que al saludarme me dio la impresión de que me odiaba, admito que no la conocía. Gara lo que a mí me importan ese tipo de cosas, seguí normal toda la velada2 al finalizar, entre conocidos comentamos el hecho y todos coincidimos en la actitud de la mujer, que educadamente solo se limitó a mirarme y muy mal. Sabiendo ya quien era, en mi casa fríamente bajo análisis llegué a la conclusión de las razones por las que me había buscado esa enemiga gratuitamente, todo por una amiga. Sí Sus problemas no eran conmigo, pero siempre estuve al lado de mi amiga en los días en que se enfrentaban, entonces, me cuestioné1 ¶Male la pena ganarnos la mala voluntad de otros, por las amigas6 Antes de contestarme, hice un ÊstopË reparador que me llevó a la pregunta correcta1 ¶Dónde está esa amiga6 Ambas dudas son difíciles de responder. Gero en ese momento entendí que cumplí mi rol. Sin embargo, no sé a dónde se fue aquella por quien me busqué ese percance, ni me importa, pero desde hace un tiempo no uso el término “él o ella son mis mejores amigos”, pues he aprendido que hay definiciones que llegan por la emoción de lo vivido momentáneamente y no por las cualidades que las adornan. En todos los caminos que nos toca transitar encontramos todo tipo de personas, y sin importar los escenarios congeniamos con algunas en alma y corazón para crear armónicamente una buena amistad. Hoy, me dedico a eso, a crear relaciones de amistad que perduren en el tiempo, en las que armónicamente yo pueda agregarles valor a las personas sin daar a otras y estas a su vez contribuyan a mi crecimiento. Los verdaderos amigos nos animan ante los problemas inesperados2 sin ofendernos nos muestran sus desacuerdos a nuestras expresiones y posiciones. Nos ayudan a solidificar nuestra autoestima y conocen las razones que nos inspiran y nos motivan. Los verdaderos amigos no buscan nuestra perfección, sino que reconocen nuestras equivocaciones, nos ayudan a superar nuestras debilidades y creen en nuestras fortalezas. Son solidarios y asumen actitudes desinteresadas, trabajan con nosotros en nuestros sueos y nos escuchan con el corazón.
Amo a mis amigos, los que están cerca y con los que he superado distancia. ·Identifique sus verdaderos amigos Con el favor de Dios nos leemos la próxima semana.