“SICARIO: EL DÍA DEL SOLDADO
La película, que protagonizan Benicio del Toro y Josh Brolin, vuelven a sus roles en esta violenta visión de las guerras de narcos en la frontera mexico-estadounidense.
Un cine de acción diferente. Eso es “Sicario: El día del soldado” (Day of the Soldado, Stefano Sollima), algo que ya había mostrado su primera parte y que dirigió Denis Villeneuve en 2015, y que en esta se reafirma.
Vuelven a estar los personajes de la anterior (excepto Kate Macer, que interpretó Emely Blunt). Matt Graver (Josh Brolin) y Alejandro (Benicio del Toro) regresan a la acción en México, pero esta vez con una ampliación de sus problemas, al incluirse el ingrediente del terrorismo, que se une a las guerras de los grupos de narcos, y que se presenta al principio como el eje de la trama.
Cuando se descubre que por la frontera están cruzando, no solo inmigrantes mexicanos, sino terroristas islámicos, el escuadrón especial que dirige Graver, deberá entrar en acción mostrando el más alto grado del fascismo del gobierno para el que trabaja.
Los roles de Brolin y Del Toro siguen haciendo lo que mejor saben: matar, en una historia que coloca a los “héroes”, tan malos como los “villanos”,
La película, que cuenta con una apabullante banda sonora que funciona a la perfección en los más emocionantes momentos de tensión, cuenta dos historias paralelas que se unen en un punto.
En ambas, es historia la visión de los daños colaterales de las guerras de los narcos en la gente joven. Por un lado la hija del traficante Carlos Reyes, Isabel (Isabela Moner) y el aprendiz de cómo cruzar gente por la frontera, Miguel (Elijah Rodríguez). Los dos serán el centro de la acción, siendo al mismo tiempo víctimas y victimarios y la historia más importante.
Cruda, violenta, fascista, con personajes que van contra lo politicamente establecido, con aires de western, y que es capaz de mostrar sin tapujos asesinatos y palizas, y al mismo tiempo crear una bella escena, como cuando Alejandro se encuentra con el campesino mudo.
Brolin y Del Toro, correctos en sus roles de tipos duros en un filme que al igual que su predecesor muestra un nuevo modo de entender la acción y la violencia en el cine, con dos personajes cercanos al tan criticado en su momento Harry Callahan, de Clint Eastwood de la saga “Dirty Harry”, pero sobre todo, filmada con un cuidado impresionante.