COMERCIOS VACÍOS
Ayer el comercio estuvo abierto, pero sin compradores.
Ante la onda tropical Beryl, en las zonas aledañas a las avenidas Duarte y México de la capital dominicana, los negocios abrieron de forma normal aunque estaban vacíos, según pudo comprobar Listín Diario durante un recorrido.
Las lluvias causadas por Beryl ayer no detuvieron el trabajo que desde hace 58 años realiza Rafael Ventura, un vendedor de carne de pollo, que pese a recibir pocos clientes, manifestó que trabajar cuando hay tormentas “es una costumbre, una adicción”. Ventura abrió este martes su negocio a las 5:30 de la mañana, como lo hace comúnmente los días de semana, pero “la cosa estaba floja”.
Así como él, otros vendedores seguían en las calles buscando su sustento diario, pues para ellos es mejor vender poco que no vender nada. Tal es el caso de Juan Corniel, un vendedor de forros para celulares, recargas y extensiones de pelo que se instauró en su pequeño lugar de venta, ubicado en las afueras de la avenida Duarte esquina Francisco Henríquez y Carvajal desde las 9 de la mañana.
Eran las 12 del mediodía y Corniel esperaba clientes. A esa hora no había atendido al primero, pero tenía la esperanza de que alguien llegara y comprara porque si estaba trabajando pese al peligro que representaba para él estar allí bajo lluvia era porque necesita dinero para pagar sus deudas.
Uno de los comerciantes consultados señaló que “los propietarios tienen que abrir como quiera”. Esa debe ser una de las razones por la que la mayoría de grandes establecimientos de la Duarte, Villa Consuelo y el Barrio Chino estaban abiertos, aun cuando los clientes no llegaban.
Pero, también los buhoneros y los que tienen quioscos en las aceras estaban ofreciendo sus productos. Sin embargo, algunas casetas de madera que no tienen cubierta estaban totalmente desocupadas.
Aparte de las tiendas por departamentos, estaban funcionando normal los bancos, supermercados, joyerías, colmados y compañías de transporte.
En una de las paradas de transporte de Villa Consuelo que viajan al interior del país se observaron pocos viajeros. Durante el recorrido, iba saliendo una guagua hacia San Juan con sólo cinco personas. Los viajes en las madrugadas quedaron paralizados, según uno de los cobradores.
Los sitios de comida estaban también abiertos, pero sin presencia de consumidores.
Los trabajadores más vistos del comercio informal fueron los vendedores de frutas, vegetales y víveres.