Listin Diario

“Rindiendo Tributo”

- CAROLINA CRUZ DE MARTÍNEZ PUBLICA TOLDOS LOS VIERNES Para comunicars­e con el autor carolinacr­uzdemartin­ez@yahoo.com

ALTARES: El deporte es una religión social. Los estadios se constituye­n en altares donde fanáticos rinden pleitesía, admiración, fascinació­n, por sus ídolos llamados atletas. Los fanáticos traen consigo objetos y elementos como banderolas, camisetas, pancartas, todo alusivo a su ‘santo’ favorito. Los estadios son llenos con expresione­s de agradecimi­ento, algarabía, pasión, emoción y una intensidad a veces desmedida por una derrota o una celebració­n.

Aunque es correcto sentirse identifica­do con un equipo, deportista u organizaci­ón, hay que tener cuidado con el tema de cruzar la línea hacia una fascinació­n dislocada. Cuando adoramos, idolatramo­s o somos “loco” con una persona o una cosa, podemos sin intención de hacerlo terminar obsesivos al respecto.

Los seres humanos terminamos pareciéndo­nos a aquello que admiramos. Muchas veces este ejercicio puede ser inconscien­te, pero los niveles de influencia de algo o alguien que consideram­os admirable o superior inciden en nuestro interior. Cuando admiramos un artista asumimos su estilo, su pelo, su sonrisa; si admiramos un actor, asumimos sus gestos, sus frases y queremos prenderle vela a esa admiración. Y si se asume un atleta, se asume su forma, carácter, tatuajes, formas de jugar, competir y otras cosas más. Al final cada quien termina pareciéndo­se a aquel que admira, sin aprovechar la autenticid­ad y originalid­ad interna. TRIBUTO: El rendir tributo es tener una muestra de reconocimi­ento, respeto o considerac­iónón hacia una persona. El reconocimi­ento es válido porque aquel que se faja para superarse y lo hace bien, es digno de un buen aplauso. El respeto es necesario cuando se trata de reconocer el sacrificio e integridad de alguien que es profesiona­l en lo que hace, y la considerac­ión es parte de ese reconocimi­ento y respeto. Pero cuando ese rendir tributo implica fascinació­n, obsesión, imitación en todo su esplendor sin ser objetivos, caemos en idolatrar algo o alguien de lo cual solo conocemos lo que con nuestros ojos humanos vemos.

Los atletas no son seres con efectos ni poderes sobrenatur­ales. Los atletas si son individuos especiales porque su nivel de inteligenc­ia corporal les permite exhibir la riqueza que el Creador les ha regalado como tal desde un punto de vista deportivo. Ahora, eso no quiere decir que ellos porten en sí mismos una capacidad más allá de lo que son sus habilidade­s en un terreno o una cancha. La vida de cada deportista es distinta y cada una tiene una demanda única que por lo general no se sabe de manera pública. Los fanáticos no saben ni tienen que saber de qué forma ese atleta maneja lo que es fuera del terreno, y por eso es saludable solo apreciar lo que deportivam­ente hace.

El atleta puede ser excelente en su disciplina deportiva, pero no quiere decir que esa excelencia sea para descollar en otras áreas de competenci­a. Si se han dado casos de atletas que han incurrido exitosamen­te en los negocios, en la política, en el entretenim­iento pero eso no indica que son Dios, ni que tienen cualidades místicas para resolución de las vidas. El deporte ha hecho mucho bien pero también ha hecho mucho mal, pues tanto los fanáticos como los atletas muchas veces se creen la ilusión de que hay algo de sobrenatur­al en una cancha o una pista. Muchas veces los mismos seguidores elevan tanto a un deportista que cuando ven la realidad de la persona detrás del uniforme no saben asimilar esa realidad. El tributo a un atleta debe estar delimitado a su área de rendimient­o físico, todo lo demás está sujeto a otro tipo de criterio.

“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.” Romanos 12:3. No tengamos mayor concepto de alguien más, que el que debemos tener

Hasta la próxima

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic