China y nosotros... un asunto de prioridades (y 3)
Hay dos gestos que China aprecia de nuestro país: el que votara en la ONU a favor de la incorporación china al Consejo Económico y Social y el más reciente, una nota oficial comunicando que pronto enviará un representante comercial a Beijing.
Este último detalle se interpreta como una “señal positiva” que marca el preludio de un proceso hacia la formalización de relaciones más amplias entre ambos países.
Shen Guo Fang, adjunto del ministro de Relaciones Exteriores de China, dio la noticia al director general del LISTÍN DIARIO, al recibirlo en la Cancillería . “Estamos estudiando la nota con mucho interés”, dijo.
Aún cuando no tenemos relaciones diplomáticas con la República Popular China, entre nuestros pueblos se ha desarrollado un intercambio de productos que el año pasado fue de 152 millones de dólares y que en los primeros 9 meses de este 2004 ha ascendido a 172 millones de dólares.
Pero a nivel del Caribe, China ha desarrollado un intercambio comercial que supera los 1,400 millones de dólares, y para febrero próximo planea celebrar una reunión ministerial en Jamaica para acordar proyectos de cooperación más amplios. No podemos permanecer aislados ni indiferentes a lo que se está moviendo alrededor nuestro, y de ahí que sea esta una oportunidad para que nos hagamos representar en esa reunión y para que, ya, comencemos a definir algunos pasos concretos de mayor colaboración.
China es una nación potencialmente capaz de importar materias primas, minerales, productos agrícolas dominicanos, así como de invertir en áreas de industrias, alta tecnología y turismo.
Estamos convencidos de que si se llegan a formalizar relaciones diplomáticas, la República Dominicana se beneficiaría aún más de la asistencia financiera y técnica en dichas áreas. Gracias a las reformas económicas internas y a la apertura de China hacia el mundo , el ingreso per cápita de los chinos se ha elevado y esto permite que más ciudadanos viajen como turistas al exterior. China mantiene relaciones diplomáticas con 160 países y con 20 de América Latina, exceptuando Paraguay, los países centroamericanos , República Dominicana y Haití.
Aquellos nos llevan ya una considerable ventaja en su posicionamiento dentro del gran pastel que constituye el mercado chino para sus productos. Ojalá que no lleguemos a este escenario cuando sólo queden las migajas.
Esta realidad nos obliga a asumir una actitud más pragmática y más conectada con nuestros intereses económicos. De ahí que en nuestra agenda de política exterior, es preciso que coloquemos impostergablemente a China en el lugar de la más alta e inmediata prioridad.