Yo no soy sicario

¡Wauuu! ¡Está fuerte eso! ¿Es posible pagarle a una persona para que asesine a otro ser humano... matar por encargo?

Por si no lo sabías, la palabra sicario viene de la lengua latina y hace referencia al término SICA, que significa daga o espada corta. En buen dominicano podríamos traducirla como “sacahígado”.

Este instrumento cortante era usado en la antigüedad por los asesinos a sueldo, ya que, por su tamaño pequeño, podía ser ocultado fácilmente debajo de la túnica. Claro, los sicarios modernos utilizan armas de fuego recortadas, que ocultan bajo el saco o el chaleco.

Parecería un tema de película, pero no lo es. En pleno siglo XXI, este crimen feroz que llamamos sicariato o asesinato por encargo, existe y hay gente que se dedica a esa forma turbia de “ganarse la vida”. Y lo hacen por venganza, por razones políticas, para castigar a alguien por problemas amorosos, por embrollos de drogas y tantos otros motivos.

Pero ciertamente no has escuchado nunca que profesionales de la medicina puedan dedicarse a esa tarea criminal. Pues bien, hace unos días recibí un mensaje por Whatsapp, en el que un amigo médico me decía lo siguiente:

“Hoy me ofrecieron buenas ganancias en un centro de salud estética, donde una de sus actividades son los abortos. Por lo que respondí a su oferta: No, gracias, YO NO SOY SICARIO.”

Uno podría pensar tal vez que ese médico tuvo miedo a ser sometido a la justicia por practicar abortos. No, nada de eso, pues ese galeno está radicado en un país de Europa donde las leyes que regulan el aborto son muy generosas, casi inexistentes, podríamos decir.

Es un país en el que sus autoridades, no sólo han coqueteado con todo lo que huela a antivalores, sino que han tomado la delantera empujando al pueblo a aceptar todo tipo de degeneración ética,

Me supongo, pues, los calificativos “incalificables” con que habrán comentado el rechazo de este médico que honra a los que hicieron el juramento hipocrático. Lo habrán llamado: bobo, parigüayo, conservador, atrasado, pelele… O tal vez les habrá hecho pensar, si es que en un sistema así se piensa, pues a veces somos tan estúpidos que ni siquiera nos damos cuenta.

Pero este médico no sólo honra a la clase médica, sino también a la República Dominicana, pues se trata de un compatriota. Más aún honra la educación recibida con el Sistema Preventivo de Don Bosco, pues es un exalumno salesiano, forjado bajo el lema: “Buenos cristianos y honrados ciudadanos.”

Porque es honrado, no sólo quien no roba los bienes materiales ajenos, sino sobre todo quien respeta el precioso bien de la vida, aunque todavía se encuentre en el seno de la madre.