Los salmos y la justicia (3)

Hacemos hoy la tercera entrega de este tema, un tema sobre el que hemos estado viniendo muchas veces, porque es un clamor del pueblo dominicano.

Oigamos estos versículos del salmo 7, el 4, el 5, el 9 y el 10: “Dios mío, si algo de eso hice, si hay en mis manos injusticia, si al que me hacía el bien le he pagado con mal, si yo me he unido y dejado pasar al opresor injusto, si he hecho todo esto, Señor, que yo sufra las consecuencias”. Lo pide aquel que no quiere ser injus- to, el que es honrado. Si yo he hecho algo así de injusticia, yo tengo que reparar los daños que yo he hecho y te pido que yo lo pueda reparar y que después tú tengas misericordia de mí.

Fíjense, es una temática muy interesante: si yo he hecho alguna injusticia, yo tengo que repararla, pero tú Dios, ten misericordia de mí, y así pasa con los pueblos exactamente.

Si alguien reconoce que ha sido injusto, los pueblos lo perdonan. Esto es muy interesante, quizás no se ha visto mucho, porque no se dan esos actos de reconocer los propios pecados públicos, como la corrupción. Gracias a Dios he sido testigo de unos pocos casos en los que eso se ha dado hermosamente.

Los pueblos son muy duros con el corrupto que no devuelve lo que ha robado y es injusto, pero igual que Dios, son misericordiosos con aquellos que saben arrepentirse -igual Saqueo- y devolver lo que han tomado incorrectamente. Dios y los pueblos los saben perdonar.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.