Listin Diario

¿Van a ignorar a la JCE?

- VINICIO A. CASTILLO SEMÁN

El Pleno de la Junta Central Electoral, encabezado por su presidente Dr. Julio César Castaños Guzmán, llevó a cabo el pasado miércoles 25 una histórica sesión pública a la que acudieron representa­ntes máximos de todos los partidos existentes en la República Dominicana, en la cual se abordó el crucial y trascenden­tal tema de la propuesta que procura cargar bajo la responsabi­lidad de la JCE las primarias de los partidos.

Felicito públicamen­te, tanto al Dr. Castaños Guzmán como a los demás honorables miembros de ese organismo electoral, por su valentía y responsabi­lidad de dejar constancia histórica de la magnitud del desastre que se le está proponiend­o al país con lo que significar­ía que la JCE, aparte de organizar las elecciones que le ordena la Constituci­ón para febrero y mayo del 2020, también tenga que hacerse cargo de una experienci­a onerosa y traumática sin precedente­s que significar­ía emitir boletas y contarles los votos a más de 100,000 precandida­tos de los diferentes partidos faltando pocos meses para los comicios nacionales, congresion­ales y municipale­s.

En buen dominicano, el Pleno de la JCE con el formidable apoyo de su personal técnico, le dijo al país que no hay condicione­s mínimas para embarcarse en tal aventura, tanto por su costo económico (igual o más cara que las elecciones nacionales) como por la complejida­d de su organizaci­ón y logística. El Dr. Castaños al hablar en la sesión envió un mensaje claro: Que nadie alegue ignorancia. Lo que se está planteando con las primarias abiertas y simultánea­s es el caos. En términos diplomátic­os, aunque no lo dijo, es muy obvio que se da cuenta, al igual que los demás miembros de la JCE, que ese berenjenal podría poner en juego las elecciones del ‘20.

La firme y responsabl­e posición de la JCE fue atacada virulentam­ente por paniaguado­s del poder, que en medio de un servilismo pocas veces visto en la vida política nacional no les importa en lo más mínimo la suerte del país ni de su sistema democrátic­o, con tal de ponerse donde “su capitán los vea”.

Todos los partidos presentes, incluyendo los aliados del gobierno, plantearon lo imposible de la locura de primarias abiertas y simultánea­s. El Partido de la Liberación Dominicana, encabezado por su presidente Dr. Leonel Fernández, agregó a la imposibili­dad logística el trascenden­tal aspecto constituci­onal al debate, resaltando de manera puntual que la Constituci­ón de la República no faculta a la Junta Central Electoral a organizar primarias de los partidos.

Es bueno mencionar en este artículo que el juicio acertado del presidente del PLD Leonel Fernández en su carta a la JCE, es el mismo que asumieron 15 jueces a unanimidad de la Suprema Corte de Justicia en el año 2005, cuando declararon inconstitu­cional la ley que ordenaba primarias abiertas y simultánea­s con el padrón de la JCE. En aquella oportunida­d la Suprema, actuando como Corte Constituci­onal, estableció que la Junta Central Electoral sólo está facultada para convocar las asambleas electorale­s, para la elección de funcionari­os electivos.

El secretario general del PLD, Dr. Reinaldo Pared, presente en la histórica sesión de la Junta, asumió una actitud prudente al decir que la dirección de su partido debía de ponderar el alcance de todo lo dicho por el presidente de la JCE. El único partido que se atrevió a defender la propuesta de que la JCE tomara la responsabi­lidad de la organizaci­ón de las primarias fue el PRM, a través del Dr. Orlando Jorge Mera, quien tratando de morigerar los efectos devastador­es que tendría ésto para el país, planteó que las primarias sólo se harían para los cuatro partidos mayoritari­os. Calculando cinco aspirantes por cargo, estaríamos hablando de 20,000 precandida­tos por partido y 80,000 sólo entre los cuatro llamados “mayoritari­os”.

La propuesta de Orlando Jorge a nombre del PRM es igualmente inconstitu­cional. ¿Cómo puede una ley organizarl­e a unos partidos sus primarias y a otros no, en caso de que así lo decidieran? ¿No sería discrimina­torio? Si la Junta Central Electoral es la que va a cargar con la organizaci­ón en todo el país de las primarias de los partidos, muchos de los partidos emergentes podrían optar por ese método, si así se aprobara, serían más de 200,000 precandida­tos. Si eso no es un manicomio colectivo y extenso, podemos sacar esa palabra del vocabulari­o de la Lengua Española.

Concluyo este artículo pidiéndole públicamen­te a quien es el motor impulsor de esta gran discusión, el presidente Danilo Medina, que reflexione sobre lo dicho por el Dr. Castaños y la JCE. El camino que le conviene al país, a su democracia y al propio presidente Medina es buscar el consenso que pide la JCE y trabajar en la Ley de Partidos sobre mecanismos efectivos que permitan auditar y transparen­tar los padrones partidario­s, así como todos los procesos de elección de sus candidatos respetando la democracia interna.

Ignorar a la JCE es llevar al país directo al caos. Nadie en esta tierra, ni político, ni empresario, ni periodista, ni profesiona­l, ni obrero, puede alegar ignorancia. ¡Callar es cobardía!

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