ZONA COLONIAL ESTÁ REZAGADA
Desde su origen, Santo Domingo de Guzmán ha quedado blasonada por sus primicias históricas. Aquí se erigieron las primeras edificaciones replicadas del viejo mundo y desde este lugar partieron las expediciones exploratorias y conquistas de otras regiones de América. Estos patrimonios culturales y naturales de gran valor histórico y ambiental no juegan, al momento, su papel recreativo, turístico y educativo, ya que ahora se encuentran subvalorados o abandonados, salvo las excepciones de la reciente intervención de la zona colonial, declarada patrimonio de la humanidad.
El costo económico y social de vivir en el Gran Santo Domingo se hace cada vez más alto e insoportable para las mayorías, especialmente en la zona central, donde el valor del terreno y de las edificaciones está determinado por un intrincado sistema de tasaciones y valoraciones, mientras que en otras áreas la falta de titularidad de los inmuebles provoca mayor informalidad al proceso de desarrollo urbano.
Con el peso de estas enfermedades a cuesta, equiparables solo en términos históricos a las ocasionadas por el terremoto del 1502, que obligó al gobernador Nicolás de Ovando a reconstruir el villorrio original de Villa Duarte en la parte occidental donde surgió la hoy llamada Zona Colonial, más el abandono de la ciudad durante 50 años por culpa de los saqueos de Francis Drake y sus piratas, pasando por las devastaciones del ciclón de San Zenón en 1930, la moderna capital dominicana se enfrenta a un horizonte de serios retos para la subsistencia humana.