BENDICIONES PARA CIELO
Acompañada de su madre y protegida por una montaña de bendiciones del pueblo dominicano, la menor Fausta Antonia Sena García, mejor conocida como Cielo, mutilada de los dos brazos por los venticuatro machetazos que le propinó un haitiano salvaje, ha viajado a los Estados Unidos a someterse a operaciones de implantación de prótesis. Gracias a las manos amigas de quienes han reunido dinero para que ella pudiera viajar a Boston, más las diligencias que hizo un alma generosa, que prefiere el anonimato, para que los médicos de un hospital especializado se ocupen de la recuperación de Cielo, hay esperanzas de que la joven pueda recobrar su vida normal. De 14 años de edad, la joven fue dejada por muerta en mayo del 2017 por un obseso joven haitiano que la pretendía y que, al ser rechazado en sus pretensiones, la atacó a machetazos, a resultas de los cuales ella perdió sus dos brazos, sobreviviendo de milagro.
Esta historia conmocionó al país y levantó una ola de indignación que hoy persiste porque el haitiano agresor no ha sido capturado para que purgue las penas que le corresponden por su acto salvaje y cruel. Pero Cielo no se quedó sola con su pobreza ni con su tragedia. Porque muchos ciudadanos sensibles, y solo ellos, mostraron su voluntad de ayuda reuniendo dólares para hacer posible este viaje, mientras la caridad de una persona anónima ayuda a cubrir las operaciones de implantación de las prótesis que sustituirán sus malogrados brazos.
Ha resultado inexplicable que desde el Estado no se haya manifestado la misma solidaridad y que el Plan Social de la Presidencia le suspendiese la ayuda psicológica y alimenticia que le proporcionaba. En este ambiente de desamparo, las autoridades no han logrado atrapar al haitiano Jeffrey y, por tanto, este agravio ha quedado sin justicia.
Pero lo que más vale ahora es el éxito de la cirugía de Cielo y que ella retorne en capacidad de continuar su vida, con menos traumas y peligros que desafortunadamente la han marcado en la misma flor de su adolescencia.