LA JUSTICIA CREA BALANCE EN LOS NEGOCIOS
Los jóvenes empresarios sabemos que el poder judicial va más allá de “castigar a los malos” o dirimir conflictos, se trata del garante del equilibrio entre las distintas fuerzas en conversación. La justicia es la guardiana del balance.
Justicia es dar a cada cual lo que merece. Son diversas las formas en las que podemos acercarnos a este concepto amplio y noble: podemos asumirlo como un sentimiento moral de buscar el bien común y aplicar el paradigma del ganar-ganar en todas nuestras relaciones; un compromiso con la verdad y los valores, de modo que alcancemos lo que definimos como una sociedad justa; y la necesidad de que el sistema judicial nacional funcione de manera óptima, con el propósito de generar confianza en todos los sectores del país.
Un sistema nacional de justicia que se fortalece, se institucionaliza y mejora sus vías de acceso constantemente se constituye en la aspiración de los jóvenes empresarios y los demás segmentos sociales cuya ocupación primaria es construir plataformas para un desarrollo integral y sostenible.
En especial, un sistema de justicia fuerte facilita las operaciones de negocios, puesto que los empresarios e inversionistas descansan en la convicción de que ante cual- quier “eventualidad”, tribunales eficientes podrán dirimir con diligencia los desacuerdos propios de una disimilitud de intereses. Es momento de reflexionar en la relevancia productiva y competitiva que caracteriza al Poder Judicial y a sus distinguidos colaboradores. Comprender esto ofrece perspectiva a la sociedad en su conjunto sobre las razones por las que es necesario insistir en el constante perfeccionamiento de este conglomerado de instituciones. Lo más obvio. Tribunales que funcionen adecuadamente colocarán “tras las rejas” a acusados que resulten culpables “más allá de toda duda razonable”. Esto mantiene a “los chicos malos” alejados de la interacción social, mientras regeneran su comportamiento. Aún no se han levantado registros de lo que pierden el Estado y los empresarios a causa de consumidores que deciden quedarse en casa y no ir a la tienda, el supermercado, el restaurante o la plaza comercial, “porque cuando oscurece la calle se pone peligrosa”. De igual forma, el efecto que tiene en la economía la cultura de cerrar establecimientos antes de que caiga el Sol, por temor a asaltos y diversas agresiones. Antes de subestimar la inversión a realizarse en el Poder Judicial, la sociedad debe reflexionar sobre el costo de la inseguridad.
Los consumidores, usuarios o compradores de artículos de cualquier naturaleza toman mayores riesgos y asumen más y mejores adquisiciones cuando tienen la certeza de que sus posibles reclamos o demandas serán bien tratadas y justamente deliberadas ante un tribunal ordinario.
Un sistema de justicia eficaz, con amplio acceso para los ciudadanos, ofrece tranquilidad a quienes tienen previsto adquirir bienes de alto valor, como un vehículo o una vivienda, de que tienen mecanismos de reclamo y amparo ante la obtención de condiciones no previstas o que no fueron acordadas. Consumidores confiados compran más cantidad, más rápido y a mejor precio.
Índices de competitividad
El ‘Doing Business’ del Banco Mundial y el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial no son dos números más que deben tomarse a la ligera. Se trata de guías consultadas con regularidad por inversionistas de todo el mundo, con fines de decidir hacia cuáles naciones canalizar sus capitales. En ambos estudios, la seguridad jurídica es un criterio fundamental para comparar a los países que figuran en los escalafones.