GEOLOGÍA
La evolución geológica de la Sierra de Bahoruco es un poco diferenciada del resto de la isla, asegura Martínez.
Desmontada la teoría de que la isla estuvo alguna vez dividida en dos partes, pues todo el archipiélago proviene de un arco insular, el geógrafo asegura que lo que sí hubo fue una evolución muy compleja en la parte norte de la isla “y una evolución aparentemente un poco diferenciada en el sur, de la que forman parte La Selle y Bahoruco.
“Estuvieron aparentemente erigidos desde hace mucho tiempo, probablemente hace más de 30 millones de años”.
Martínez describe el lugar como un bloque enorme de calizas arrecifales en su mayor parte y calizas de más profundidad (como las margosas) que le confieren una singular característica.
“Esas rocas tienen la particularidad, sobre todo las arrecifales, de que se disuelven con mucha facilidad y producen el fenómeno de la karstificación”. En Bahoruco, lo especial es que es un karst de montaña, diferente al de los Haitises.
Parte de ese relieve emergido desde hace aproximadamente 30 millones de años, sometido a precipitaciones, tiene que karstificarse, pero se está levantando al mismo tiempo; no es como en Los Haitises, que se queda más o menos estable, o está levantado a 300 metros y a partir de ahí comienza a disolverse. Bahoruco se disuelve y al mismo tiempo se levanta. Y tiene tanto tiempo levantándose que ya alcanza esas alturas enormes”.
La ventaja de ser un karst de montaña es que al disolverse y formarse el karst no hay correntía superficial y por eso es que los ríos en el Bahoruco Occidental apenas se pueden contar, explica. Por su origen kárstico, el agua infiltra pero permanece un tiempo en el suelo. Además, agrega que en los lugares donde hay tantos bosques nublados no necesariamente llueve de manera directa, sino que se alcanza el punto de rocío con mucha facilidad.
Debido a esta formación, a ese queso de roca por donde infiltra el agua, es que en el Sur no se ven esos ríos caudalosos que sí se ven el Cibao y en la cordillera Central.
Pero el agua está ahí, señala Yolanda León, presidenta del Grupo Jaragua.
“Y es un depósito a futuro que ya se está explotando en la zona baja. Pedernales está en un déficit hídrico todo el año y la vida es muy difícil”.