La Primada de América El es destino
urbano más visitado del país. En el año 2017 recibió unos 682,000 visitantes.
Según datos del Programa de Fomento al Turismo de la Ciudad Colonial, en los últimos ocho años, gracias a las intervenciones físicas y a las propuestas culturales permanentes (festivales, talleres y rutas turísticas), las visitas se incrementaron en un 64%.
La Ciudad Colonial es, de hecho, el único lugar del Gran Santo Domingo en el que se puede pasear y disfrutar de todos los servicios que promueve el turismo y la cultura del ocio: las primacías de América que le valieron su inclusión en la lista del Patrimonio de la Humanidad en 1990, cultura, monumentos, parques, circuitos, festivales, tiendas, bares y restaurantes.
¿Las quejas que más repiten los visitantes? La inseguridad en las noches, la lentitud en el inicio del cableado soterrado y la falta de parqueos, pero las autoridades de Cultura y Turismo insisten en que, en lo adelante, dado que este último problema no tiene solución a corto plazo, promoverán el lugar como una zona de ‘vocación’ peatonal.
PATRIMONIO Y CIUDADANÍA
Como parte del trabajo que realizan con la ciudadanía en la Ciudad Colonial, la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental (DNPM) ejecuta un programa dirigido a los niños para que desde pequeñitos conozcan y amen su patrimonio. “Los niños que viven o estudian acá tienen que saber por dónde pasan cada día y qué importancia tiene”, explica la arquitecta Edda Grullón, directora de la DNPM.
“Es cuando nos empezamos a formar. Si a un niño pequeño le hablas de su patrimonio, es seguro que de joven y adulto algo se le va a quedar y lo va a cuidar”, agrega Carmen Durán, encargada de Educación y Difusión de la institución.
Hace dos semanas fue la clausura del campamento de verano Fundarte (Fundación para el Desarrollo de la Artesanía), un campamento que Patrimonio Monumental apoya desde 2013 al que se integran los niños de la Ciudad Colonial y de los barrios vecinos. “Con ellos realizamos el taller ‘Juego, aprendo y me divierto con mi patrimonio’, un taller donde los niños dibujan, recortan, conocen y participan de historias sobre lo que es el patrimonio”, dice la publicista. Para ello y para los talleres que imparten durante todo el año en las escuelas y centros educativos, utilizan materiales didácticos editados especialmente con este propósito. “Soy de las que siempre pienso en positivo, porque es la única forma de tener energía y la actitud para curar las cosas que hay que mejorar. Cuando sale algo sobre Patrimonio es sobre cosas que dicen que no se hacen pero en el fondo hay un historial que la gente no conoce”, dice Carmen.
Ese historial implica un trabajo enorme de cuidado, restauración, vigilancia y puesta en valor del patrimonio dominicano, tan fuerte y delicado que Durán se atreve a insinuar que Patrimonio Monumental debería ser un ministerio.
¿Y por qué esa percepción negativa hacia todo lo relacionado con el patrimonio?
Grullón explica que, en un origen, la oficina de Patrimonio Cultural (ahora Patrimonio Monumental) lo manejaba todo, tanto los museos que resguardan el patrimonio mueble (que se puede desplazar) como el patrimonio inmueble: las edificaciones, los monumentos conmemorativos y sitios históricos.
Los trabajos están ahora más distribuidos.
Aunque no se trate de un patrimonio monumental, sostiene que el patrimonio intangible o inmaterial, que abarca todas las manifestaciones culturales como la música, el folclore y la misma artesanía, podría desaparecer si no se le brinda apoyo. Y por eso también se involucran en su defensa y conservación.
“La tendencia, como marcha el mundo hoy día, es a desaparecer. Se están haciendo registros, pero siempre es poco. O sea, esa gran avalancha que han tenido las redes sociales, de tanto conocimiento, de esa apertura al mundo entero, nos atrae a un punto que nos estamos volviendo adictos y no nos podemos despegar de ese aparatito (celular). Es un caso en el que yo creo que tenemos que reflexionar como sociedades, ver cómo vamos a contrarrestar eso”.
Para Edda, darle importancia a lo que tenemos da cada vez más trabajo, “porque estamos en todas partes del mundo al mismo tiempo”.
“La valoración de lo que tenemos cerca es cada vez menor, y la tendencia debe ser al revés, debería ser posicionarnos cada vez más de lo que está en nuestro entorno. Cada pueblecito, cada municipio, cada comunidad tiene su propio patrimonio, sus propios valores, sus propias costumbres. Mientras más los apreciamos, más vamos a valorarlo, pero habría que desvincularse un poquito de esto (celular, redes) y entrar a ese mundo que tenemos que es real, que es el cotidiano, con el que cada día nos relacionamos”.