Patrimonio inmaterial
Comunidades como Villa Mella (Cofradía de los Congos del Espíritu Santo), Guerra (el Negro de la Joya) y Boca Chica (gagá) cuentan con tradiciones que atraen a un gran público.
Ahora, más allá del turismo y sus buenas intenciones, hay un asunto relacionado con el patrimonio inmaterial que de acuerdo con la investigadora dominicana Xiomarita Pérez, primera directora Nacional de Folklore, hay que tomar en cuenta al momento de promoverlo como atractivo. Manifestaciones como los rituales religiosos y ciertas fiestas carnavalescas se realizan en lugares y en condiciones específicos que no deberían manipularse solo para complacer al público turista, opina la curadora de contenido folclórico. “Ciertas tradiciones tienen su momento, su fecha y su razón de ser y no está bien descontextualizarlas o contaminarlas. Hay quienes asisten como público y suben fotos a las redes de personas que por el tipo de ritual se encuentran en trance, por ejemplo, y esto es una falta de respeto. Si se tratara de un trabajo de investigación, de un libro, es diferente, pero hacerlo por morbo no es correcto”.
También señala que muchas personas que no conocen del valor de la tradición solo asisten para emborracharse.
¿De qué forma podrían sacarles provecho las comunidades a esas manifestaciones? La maestra de baile y folclorista sugiere que pongan a la venta suvenires (camisetas, llaveros, letreros) que estén disponibles no solo en las comunidades, sino en lugares locales e internacionales de promoción. En el caso de la cofradía de Villa Mella, podrían vender instrumentos musicales (congos, maracas y canoítas). “Es una forma de autogestión pero sin injerencias, de esta manera la tradición no se permea y se mantiene. Somos nosotros los que debemos respetarlos porque ellos son vulnerables y se dejan llevar”.