En la diana
Primer Tiro
Así como debería esperarse que un Sistema de Planificación de la Inversión Pública proponga a las autoridades políticas los proyectos de inversión a ser incluidos en los presupuestos públicos, así también debería esperarse que todo economista competente esté en condiciones de identificar las prioridades generales y sectoriales de proyectos o acciones de inversión pública en función de su Rentabilidad Social, la cual hace referencia a los costos y los beneficios sociales que todo proyecto público le genera a sociedad en su conjunto, y de lo cual se deduce que ésta debería ser el criterio con el cual debe invertir el Estado en proyectos, áreas o sectores, asegurando que la suma de los beneficios sociales y privados sea mayor que el costo. Hay proyectos de inversión pública, como los de infraestructuras o conservación y recuperación de los recursos naturales, que solo producen beneficios sociales. Pero hay otros, como los que se ejecutan en el sector de la Educación, que producen beneficios tanto sociales como privados, pues las personas que reciben sus beneficios aumentan sus ingresos y también producen externalidades positivas que benefician a toda la sociedad. Segundo Tiro
Una primera prioridad de la inversión pública global en el sector de la educación es la destinada al aumento de la inclusión y cobertura del sistema, pues la misma produce beneficios indirectos en 3 dimensiones: Reduce la pobreza a través del aumento de los ingresos privados de las personas que reciben el servicio educativo público; aumenta el bienestar social general a través del aumento del capital social, y aumenta el ingreso disponible de los hogares a través de la reducción de sus gastos privados en educación. Una segunda prioridad es la inversión en el nivel básico. Robustas y contundentes evidencias empíricas demuestran que cuando se consideran los distintos niveles del sistema educativo, la mayor rentabilidad se obtiene cuando se invierte en el nivel básico. Una tercera prioridad es la inversión en la reducción de la repitencia y la deserción, la que además de aumentar el nivel general de escolaridad, produce beneficios directos a través de la reducción del gasto por alumno. Tercer Tiro
La rentabilidad social de la inversión pública está determinada por los beneficios directos e indirectos que produce. El masivo programa de construcción de aulas iniciado en el 2012 reduce la rentabilidad social de la inversión marginal en aumento de la cobertura. La inversión pública en la alfabetización de adultos es también rentable en términos sociales, pero sus beneficios tienen poca duración. La tasa de repitencia y deserción promedio es de 9%, la que aplicada a una población de alumnos de 1,950,000, equivale a 175,500 estudiantes que abandonan las aulas o repiten de grado. Según el presupuesto vigente del MINERD, el costo por alumno es de RD$ 78,341.2, lo cual significa que la repitencia y la deserción tienen un costo de RD$ 13,748.8 millones. Una inversión adicional de capacitación del magisterio, en materiales educativos y equipamiento de aulas de RD$ 2,500 millones podría reducir la tasa repitencia y deserción al 4% en un período de dos años, lo que reduciría su costo en RD$ 7,638.2 millones, lo que significa que cada peso invertido produciría tres de beneficio, monto quizá astronómicamente alejado del que produciría la misma inversión en alfabetización de adultos.