CONDENAN 9 AÑOS AL EXPRESIDENTE DE LA CONMEBOL
El ex presidente de la Conmebol, Juan Ángel Napout, fue sentenciado el miércoles a nueve años de cárcel por su participación en el escándalo de corrupción que sacudió a la FIFA.
Además de una multa de un millón de dólares, la jueza Pamela Chen, de la corte federal de Brooklyn, también ordenó que Napout deberá devolver los 3,3 millones de dólares que ganó en sobornos que le pagaban compa- ñías de mercadotecnia deportiva a cambio de contratos para transmitir torneos importantes.
El gobierno estadounidense había pedido una condena de 20 años para el paraguayo.
El escándalo de corrupción sacudió el mundo del fútbol y fiscales estadounidenses llegaron a acusar a un total de 42 personas y varias compañías deportivas.
Chen dijo el miércoles que los millones en sobornos recibidos por Napout y otros peces gordos del fútbol provocó “la destrucción de la confianza del público y la reputación del fútbol profesional”.
“No tengo duda de eso”, dijo Chen tras presidir una audiencia de cinco horas. “Napout no cometió este crimen por necesidad, sino por pura avaricia”.
Los abogados del paraguayo le pidieron a la juez que tuviese en cuenta las más de 200 cartas de apoyo que le enviaron familia y amigos hablando a favor del ex dirigen- te de la Conmebol. Su abogada, Silvia Piñera-Vázquez, le describió como un hombre que desde pequeño se dedicó a ayudar a los demás, dando dinero cuando otros lo necesitaban para operaciones médicas o deudas.
Piñera-Vázquez dijo que en Paraguay “la gente le admira”. “Un error no puede borrar toda una vida de buenos actos”, subrayó la abogada.
Sin embargo, la fiscal Kristin Mace le describió como alguien avaricioso que sabía perfectamente lo que hacía y que se esforzó por hacerlo en secreto.
“Esto no es un sólo error. Durante un periodo de cinco años (del 2010 al 2015), Napout logró una forma de obtener sobornos y esconderlos de las autoridades”, dijo Mace, al destacar que cobraba esos sobornos en efectivo. La esposa de Napout, Karin Forster, también habló.
“Mi marido no es perfecto, pero ¿quién lo es?”, dijo llorando. “Le queremos y le necesitamos”.
Napout mantuvo un semblante serio durante la audiencia, sin emocionarse, sonriendo a veces a sus cuatro hijos y la multitud de amigos que estuvieron presentes en la audiencia.