Intrigas con el CNM
UNO: CARTÓN AJENO.-
La primera reacción a la convocatoria del Consejo Nacional de la Magistratura fue que se produce después de Rubén Maldonado haber cesado como presidente de la Cámara de Diputados. Si la intriga fuera obra de un seguidor de Leonel Fernández, se entendería, o si fuera uno de los tantos comentarios que se hacen o se harán en los medios. Pero en boca de una dirigente del PRM, principal partido de oposición y miembro por derecho propio del órgano, da que pensar. Que sea Radhamés Camacho ahora, como Maldonado antes, no cambia el orden de los factores ni altera el producto. Ambos directivos del PLD, aunque Camacho integrante del comité Político, al que perteneció Maldonado de manera provisoria y mientras duró en el cargo. Aunque lo que políticamente merece resaltarse es que la oposición sigue con fascinación el cartón del gobierno y no el propio, por lo que no debe sorprender si de nuevo se le pasan las fichas. Además, teniendo en cuenta la correlación de fuerzas existente en el CNM, un consejero menos no afectaría el universo oficialista. El Ejecutivo repartirá como quiera las cartas y tres, si fuera el caso, les ganarían la partida a ocho…
La segunda reacción es que confirma “el golpe de Estado constitucional” que se había denunciado que el gobierno preparaba con la finalidad de colar la reelección. Leyenda urbana en pie. El gobierno puede pensar y querer lo que fuere, pero la convocatoria del Consejo Nacional de la Magistratura no puede ser una perversidad, pues la situación del Tribunal Constitucional se conoce desde hace tiempo, de que hay jueces a los que se les cumplió el mandato y otros que deben ser excluidos por razones de edad. La evaluación de los componentes de la Suprema Corte de Justicia --por igual-- está contemplada en la Constitución. Si el gobierno pretende jugar su albur, la circunstancia no es su obra. Les llegó el tiempo a la SCJ y TC, y la institucionalidad del país obliga a proceder, pues de otro modo estaría faltando a sus responsabilidades. Lo mismo vale para la oposición. Sabía que eso venía, y el contexto, cual que fuere, se dará por añadidura, sea que le favorezca como que le perjudique. Octubre no es más ni menos que septiembre, o noviembre, o enero del año que viene. Además, vistas las experiencias, ninguna fecha es más oportuna que otra, y la oposición, como segunda mayoría, no puede aspirar más que a lo propio de una segunda mayoría. Lo de segunda no se lo despinta ni quita nadie…
DOS: SEGUNDA MAYORÍA.- TRES: LA EXPERIENCIA ANTERIOR.-
Estas historias deben contarse porque de la ligereza se cae en la torpeza. La oposición debe recordar que comparte con el gobierno la propiedad del Consejo Nacional de la Magistratura y que por igual es responsable de la escogencia de los nuevos jueces del Tribunal Constitucional y de la evaluación de los miembros de la Suprema Corte de Justicia. El hecho de solo tener dos asientos en el órgano no lo exime, y todavía mejor, la obliga a sacar de abajo y constituirse o en freno o en equilibrio. La experiencia anterior, si se recuerda bien, no sería su mejor desempeño, y ahora debiera emularse, pues en cada ocasión debe ir a más. La otra vez se ocupó de impedir que los antiguos titulares repitieran, y en ese sentido llenó el cometido. Ahora se habla de un proceso “transparente, participativo y riguroso con miras a fortalecer cada vez más las altas cortes”. No bastaría por tanto con obstruir y evitar candidatos que no se correspondan con el perfil acordado, sino que igual debe proponer, de manera que se seleccione un personal de consenso. Pero de consenso real, no simulado, o para salir del paso, y que esa obra en común produzca satisfacción, y hasta orgullo, en ambas partes. Cuando el Tribunal Superior Electoral hubo situaciones que tal vez ahora puedan salvarse…
El Gobierno presentará las mismas caras, excepto la presidencia de la Cámara de Diputados, que en vez de Lucía Medina, ahora será Radhamés Camacho. La oposición por igual. El senador José Paliza y la diputada Josefa Castillo. Un Paliza con mayor profundidad, con rango superior, ya que es presidente del PRM. No será monitoreado como en la oportunidad anterior, que lo fue doblemente. Por un lado Andrés Bautista, entonces presidente del partido, y por el otro Luis Abinader, jefe de grupo. La sociedad civil de las redes quisiera que fuera Faride Raful la diputada y no Castillo, pero ese cambio no está en agenda y se haría muy cuesta arriba. Las razones serían muchas, pero sobre todo perspicacia, quisquilla y popularidad. Aunque debe recordarse que al Consejo Nacional de la Magistratura no se va a competir, ni a cuestionar, ni a provocar, sino hacer un trabajo “transparente, participativo y riguroso”, y mientras más a gusto y calmado, el resultado será mejor. Lo que se conoce hasta ahora es la convocatoria, no el ánimo, sea del partido o de sus representantes, así como tampoco las reglas de juego, el protocolo. De septiembre a octubre pueden hacerse todos los cálculos y en bolsa todas las apuestas. Las expectativas son libres…
CUATRO: ÁNIMO Y POSIBILIDADES.-