Verdades ocultas emergen
Ocultando la Verdad, que es la más emblemática abstracción, se encuentran símbolos que se hacen ostensibles para expresar sus esencias a los buscadores sinceros, aquellos que no tienen más religión que la justicia, el amor, el bien y la paz.
Todo un lenguaje deletreado que hace comprensible su naturaleza intrínseca, y se le otorga al alma que haya depurado o drenado todas las bajas pasiones propias del bajo mundo, y de esta atrasada humanidad. Por tanto, no afanéis ni se tornen ansiosos, cuando la verdad se le oculte por algún periodo del tiempo; todo el conocimiento se dará, porque este conocimiento está en la Luz -Luz Astral-, primera manifestación diferenciada de las Tinieblas -Absoluto-, y esta misma Luz contiene como semilla o ADN del mundo, todo el compendio de lo que es “Aquello” o Él mismo emanado como Creación.
Esta simiente es el Átomo sembrado desde el inicio (por darle un nombre), porque este periodo no se ha podido concebir por la suprema abstracción que lo oculta. Porque todo lo que ven como realidad es fenómeno que crean los sentidos, ya que todo surge de una sola Matriz Cósmica, que desenvuelta de sí misma a través de los números sucesivos se extiende como la creación, desde punto indiferenciado que la originó.
La Economía Divina, encargada de organizar y administrar la evolución de los Sistemas Universales de Mundos, en interés de que esta Verdad pueda ser comprendida y asimilada, ha permitido que se crean fábulas o mitos, como pedagogías, que ayuden a su interpretación. De ahí que muchos dramas, como sainetes, hacen alegorías de todo el proceso evolutivo en la creación. Y es en este juego, que muchos se pierden al entretenerse por largos períodos, sin querer despertar al conocimiento del origen y naturaleza de las cosas.
En el devenir o curso de la historia de la creación, están bien expresadas las anécdotas de los dioses precursores -Elohines- que amablemente hacen un legado del conocimiento vivencial de sus funciones como cooperadores del inicio del Plan de cada periodo del crecimiento de ese átomo simiente, que en este periodo de la involución, se integra como conciencia individualiza del “Yo Soy” -Conciencia Superior-, que en su condición de infinito atributo, es desprendida de la Gran Conciencia Madre Universal.
Tienen que tener presente que estos nombres son designados para poder atribuirles su condición de Supremacía, más allá de los fenómenos paranormales que el hombre maneja y, en consecuencia, poder entender el origen de su real naturaleza y propósito de existir. Y con ello, sacarlo del esquema que encierra todos los prejuicios o falsas ideas o conceptos de porque está en la tierra en medio del placer y del dolor, dualidad que es muy puntual o acicate a la conciencia, para moverse a inquirir el porqué de ella, la dualidad.
Retomando ahora la esencia de la conversación, este átomo, que tiene desde su inicio ya plasmado el ADN de todo su desarrollo en su cadena reencarnatoria, deberá transitar múltiples senderos que se hacen iniciación, en el laberinto o drama de sus mismas creaciones. Se podría ver en esto, una palpable contradicción, porque si se apunta, que el Ser emana del mismo ADN de la creación, se entendería entonces, que debiera ser un robot encadenado a la misma función desprendida del Uno. Entonces la respuesta a esto es No. Ese ADN en el átomo simiente tiene integrado como regalo el poder volitivo o voluntad suprema para su libre accionar.