La reacción Phillips, de Máximo Vega
Hay libros que pretenden una barrera entre el lector y sus historias por la crudeza de estas.
La experiencia le puede suceder a algún lector con el más reciente tomo de Máximo Vega. Sin embargo, cuando el tomo menciona una breve historia de unos de los 500 locos de Antonio Zaglul, “El corredor, esquizofrénico”, se puede captar la atención de un lector vivaz, con deseos de adentrarse en páginas con olor a vida. Porque esta colección de relatos está dedicada a retratar historias de mundos no color de rosa, sino donde también corre la sangre y los deseos de salir adelante en la batalla por sobrevivir el día a día.
Máximo Vega es uno de los principales narradores del país. No es pretencioso. Siempre se mueve en bajo perfil. Y es considerado una figura referencial dentro de las letras dominicanas.
Cada cuento del presente volumen permite un juego entre realidad y ficción. Si el lector sabe darle uso a su imaginación, incluso se trasladará a lugares emblemáticos, como el espacio donde se desarrolla la historia titulada “El niño”.
Según la nota de contraportada, los cuentos de Máximo Vega “... presentan impedidos, adictos, abusadores y abusados. Narra una crónica que en cierta manera nos envuelve a todos, llenándonos de rabia e indignación. “La reacción Phillips” constituye una galería de espejos rotos, sucios, tapados a posta; espejos a los cuales la prosa equilibrada y sobria del narrador vira de revés para mostrarnos que, detrás del azogue o el barniz, late la ciudad real; no el espejismo o el recuerdo que lucimos en el selfie”.