PANCARTA Almagro y Jottin Cury ante la OEA y este país
Va para largo el caso Almagro y la misión de la OEA al servicio de la diplomacia norteamericana, acentuando sus propósitos en Venezuela, cuyos grupos politiqueros sueñan con una intervención directa auspiciada por botas invasoras.
La reciente gestión de mister Almagro ni se asoma a los intereses del pueblo dominicano, atrapado por los gobiernos del PLD y sus repercusiones en la supervivencia cotidiana.
Las andanzas de Almagro se enmarcan en dicho objetivo imperial frente a Venezuela, perspectiva que torna pertinente recrear la actitud del Canciller de Abril (Jottin Cury) y las posiciones sostenidas frente a las tropas invasoras y su plataforma como ministerio de colonias de Washington.
Veamos algunos párrafos del informe que trató en vano de presentar la Cancillería del Gobierno Constitucionalista en la Segunda Conferencia Extraordinaria de Cancilleres Americanos (Río de Janeiro, Brasil, a partir del 17 de noviembre de 1965).
Tras el recuento de los acontecimientos precedentes al 24 de abril, y días posteriores, el informe dice:
“La revolución de la decencia se extendió triunfalmente durante los cuatro días que siguieron a la explosión (social) y cuando ya todo estaba por concluir, una fuerza extraña hace acto de presencia en el doméstico escenario dominicano”.
El informe de la Cancillería constitucionalista sigue describiendo la avasallante intervención norteamericana pese a los “postulados” de la OEA que prohíben a un Estado o grupos de estados intervenir, ‘directa o indirectamente’, y sea cual fuera el motivo, en los asuntos internos o externos de cualquier otro”.
Ese objetivo de enmascarar la intervención norteamericana para que aparentara de múltiples países, fue sellado por las resoluciones impuestas, atribuidas a la “Décima Reunión de Consulta de Ministros Americanos. Fue así cómo la ocupación de nuestro país pasó a ser llamada multilateral y no de Estados Unidos.
Esa es la historia que persigue repetir Almagro A ESTAS ALTURAS DEL SIGLO XXI, preferible con Venezuela, para servir a poderosas corporaciones interesadas en el petróleo venezolano.