“Mano de trapo”
Quiero traer a la memoria de todos nosotros esta expresión: “Mano de trapo”. Es una expresión que con mucha frecuencia he oído decirle a los niños con violencia: se les cae algo de las manos y les dicen: “tienes mano de trapo”, y lo dicen con violencia; el niño se defiende y le dice: “Mami, fue que se me resbaló y se cayó”.
¡Cuántos juicios hacemos nosotros sin buscar la verdad! ¡Cuántos juicios hacemos superficialmente! Por el hecho que vemos, es verdad que al niño se le cayó el objeto que tenía en las manos, que era de cristal, y se rompió… pero de ahí a juzgarlo, que tiene “mano de trapo”, a considerarlo condenable, esa es una injusticia. Hay que averiguar primero qué fue lo que pasó: se resbaló. Puede ser que tenga “mano de trapo”, que sea descuidado, pero puede ser que tropezara. ¿Cuántas causas puede haber? En la vida nos pasa exactamente lo mismo.
Nos basamos en una información digital, lo que nos dice a nosotros facebook o un chat, y a partir de ahí hacemos juicios sin averiguar si eso es verdad.
Hoy día hay que preguntar muchas veces: Eso que se dice de fulano ¿es verdad? Y no solamente hay que hacerlo de estos nuevos medios de comunicación. Cuántas veces la prensa nos hace decir y hacer juicios que no son verdad y llamamos a mucha gente “mano de trapo” o cualquier otra cosa sin haber estudiado el hecho.
Padres, por lo menos ustedes, protejan a sus hijos y pregúntenles: ¿Qué te pasó? Y a partir de ahí piensen si fue “mano de trapo” u otra cosa. Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.