Como Superman, pero sin la capa
Había escuchado, por referencia, de la loable labor que realizan las damas voluntarias de la Liga Dominicana contra el Cáncer. Una institución sin fines de lucro, fundada hace 76 años. Opera desde el Instituto de Oncología Dr. Heriberto Pieter, con la misión de prevenir y diagnósticar el cáncer, y contribuir en la capacitación profesional de los especialistas en el área.
En un reciente encuentro de La Hora del Té, escuché de los labios de Julia Guerra de Oller, Roxana Dargam Azar y Bernadette Sánchez, tres de las protagonistas detrás de muchas historias de bendiciones, como logran incidir en la mejora de la calidad de vida de los pacientes con cáncer.
Guardo en mi memoria muchos relatos de personas conocidas que han sido auxiliadas por La Liga y que han encontrado esperanza y orientación a través de las 30 voluntarias que día a día retan cualquier pronóstico de falla para inyectar energía y fe en los pacientes que reciben. Pero tenerlas de cerca y ser testigo de la pasión y el compromiso que impregnan al servicio social, me lleva a calificarlas de superhéroes.
Ellas tienen en común dos características muy poderosas. Contrario a Superman, ninguna es volar, y ni falta que les hace. Existen dos rasgos que en cualquier época y contexto diferencian a los héroes del resto de la humanidad: el primero es que han asumido como un sacerdocio el servicio, y ayudar a los demás es su prioridad; y el segundo, es que son un ejemplo para la presente y futura generación, aunque no lo pretendan.
Las decisiones que tomamos en la vida, sin proponérnoslo, nos pueden convertir en héroes cotidianos. Orientar y apoyar con amor a cada uno de los pacientes desde su llegada al centro sin importar su situación socioeconómica, ocuparse de que se realicen las analíticas correspondientes para confirmar el diagnóstico, facilitar el inicio del tratamiento según el caso, proveer los medicamentos, hospedaje, alimentación y transporte, son algunas de las ‘heroicidades’ que cada día ellas protagonizan y para las cuales no es necesario que lleven una capa ‘superpoderosa’.
La Liga Dominicana contra el Cáncer, apoya, además, la labor docente del Instituto de Oncología Dr. Heriberto Pieter, que se ha convertido en la plataforma por excelencia para la capacitación de un gran número de médicos oncólogos del país.
Para el beneficio de miles de familias, el hospital cuenta con modernos equipos para ofrecer un servicio de calidad sin descuidar el factor humano, y a un precio justo. Un servicio a la altura de cualquier centro médico fuera del país. A propósito de que octubre ha sido designado como el mes de la lucha contra el cáncer, con el propósito de recaudar fondos para seguir apoyando la causa, la Rama Femenina de la Liga Dominicana contra el Cáncer está organizando su tradicional encuentro la Merienda de las Sabanas Vivian Reyes de Álvarez. La actividad será el martes 2 de octubre venidero, a las 5:00 de la tarde, en la Sala de Fiestas del Santo Domingo Country Club. La contribución solo es de dos mil pesos y puedes disfrutar de un show de zumba, un bazar, rifas y un variado menú de bocadillos. Es una buena oportunidad para empezar a convertirnos en superhéroes y ayudar a tantos pacientes de cáncer que ven en La Liga su única esperanza de vida.
Y es que, aunque siempre nos llame la atención la vida de los superhéroes, sin importar nuestra edad biológica, lo cierto es que cuando le preguntas a una persona sobre a quienes tienen como referentes en su vida, la mayoría responde que a un familiar cercano, un antiguo jefe, su pareja, o un amigo... En definitiva, personas de carne y hueso que les influyeron positivamente, y en este grupo yo incluyo a las voluntarias de la Liga Dominicana contra el Cáncer.
¡Hasta el lunes!