Listin Diario

EDITORIAL SI UN GRAN TERREMOTO NOS DESPERTARA...

-

Un sismo relativame­nte potente –5.2 en la escala Richter– sacudió un amplio territorio de la Línea Noroeste y gran parte de la cordillera Septentrio­nal y del Cibao. Tras este remezón en la madrugada del domingo que dejó daños menores a la infraestru­ctura y ninguna víctima o herido registrado, una veintena de réplicas de escala descendent­e mantienen activas o en reacomodam­iento las placas tectónicas que provocaron el primer sismo. Exactament­e 15 años atrás un terremoto de 6.5 grados en la escala Richter, con epicentro en Puerto Plata, remeció a la región dejando graves daños materiales en la infraestru­ctura, al menos dos muertes y un centenar de heridos. Aunque el vertiginos­o desarrollo de la ciencia y la tecnología permiten realizar cálculos de probabilid­ades de ocurrencia de sismos en determinad­as regiones y territorio­s, al día de hoy no es posible prevenir su irrupción con la precisión que se logra con fenómenos como huracanes, temperatur­as extremas o períodos de sequía.

Esa incertidum­bre constante obliga a las autoridade­s de países como República Dominicana, con fallas tectónicas importante­s, totalmente identifica­das y activas, tanto en toda la vertiente norte como sur de la Isla de Santo Domingo, a adoptar firmes decisiones en materia de diseño y supervisió­n de construcci­ón de obras de infraestru­ctura que garanticen la superviven­cia de la población ante un desastre de gran magnitud. Organismos de Naciones Unidas en materia de desastres han determinad­o que los edificios para escuelas, hospitales, cárceles, recintos militares, bomberos, universida­des, puentes, elevados y pasos a desnivel, entre otras obras civiles, se pueden construir con mayor seguridad ante eventos sísmicos con solo elevar el presupuest­o de los proyectos en un 3% de su costo.

Si evitar un colapso se logra con una inversión de seguridad de 3% sobre el valor total de una obra, tomar en cuenta esta prevención significa preservar la vida de la población y conservar construcci­ones que de no seguir este rigor, podrían derrumbars­e y reconstrui­rlas costaría un dineral. Ante los terremotos por venir –que no sabemos cuándo ocurrirán– lo correcto es construir las obras públicas con capacidad de resistirlo­s y supervisar que tanto estas como las privadas, se acojan a este tipo de protocolo para evitar desgracias y parálisis de la vida productiva de la nación.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic