Siguen los casos de violencia en RD
A propósito de todos los casos de violencia contra la mujer que se dan en el país, retomo un hecho que entristeció mucho a Emma hace ya un tiempo. Se trata de la muerte violenta de la hija de una comadre suya, a manos de su marido. Después de llorar mucho y proferir muchísimas maldiciones en contra del malvado asesino, logré calmarla. Por suerte las autoridades habían logrado atrapar al autor de los hechos y esto contribuyó a calmar los ánimos de Emma y sus amistades del pueblo.
Más tarde me puse a conversar con mi factótum acerca de los maltratos que los hombres propinaban a las mujeres hasta el extremo de llegar al asesinato. Mi morena cocinera me hizo una observación: “Yo me pregunto ¿cómo es posible que a las niñas se les esté educando con todas las oportunidades y venga otro a maltratarla?”. Había leído en el periódico que la mayoría de los estudiantes universitarios eran del género femenino, entonces, ¿cómo era posible que siguieran sujetas a los caprichos de los hombres, convirtiéndose con frecuencia en sus víctimas? ¿Dónde está la falla que permite que continuase el maltrato contra las mujeres aún en este siglo de portentosos adelantos y de la emancipación femenina? De pronto empecé a comprender que: ¡A los hombres hay que educarlos desde la cuna!