RUMBO A LA PELOTA FANATICADA CIBAEÑA DE BÉISBOL NACIONAL
“Yo no soy pelotero pero me gusta la pelota, cuando Sammy la saca todo el mundo se alborota”, es una de las canciones con las que más se identifican los dominicanos, ya que ponen en manifiesto la pasión de un pueblo por el deporte del béisbol.
Sin lugar a dudas la temporada de béisbol nacional es una de las más esperadas por los dominicanos y, aunque es un momento de rivalidad, al mismo tiempo aumenta la unión familiar. No importa el sexo o la edad, cada final de año la pelota se convierte en un tema en común, donde el fanatismo es demostrado de diversas maneras.
Son muchos los elementos que distinguen al Cibao y a sus habitantes, y cuando se habla de pelota, esta región tampoco es la excepción. Meses antes de iniciar la temporada de béisbol nacional se empieza a sentir un cambio de aires entre los habitantes, quienes sin importar la edad especulan sobre lo que ha de venir, y con furor demuestran apoyo a su equipo favorito.
Pasión
Osny Cabreja, cronista deportiva, define la fanaticada cibaeña, sin importar al equipo que pertenezcan, como apasionada y leal. Agrega que aunque en general los dominicanos, dentro y fuera del terreno, saben mucho de béisbol, a la hora de los juegos en esta región es donde se siente más la emoción.
Considera que las características esenciales de los seguidores del béisbol de la región, que los diferencia de los de otras, es la alegría y el carisma, la puntualidad a la hora de ir a ver un partido, el apoyo a sus jugadores.
“El verdadero fanático, en esta región, se identifica con las insignias de su equipo favorito, es más alegre y bulloso”, expresa.
Durante la temporada, las calles y los autos son adornados con banderas y otros elementos de los diferentes equipos, la relación entre los fanáticos es considerada como una guerra amigable, la rivalidad es más notoria entre el público de las Águilas y el Licey, así lo explica Cabreja.
Manifiesta que los habitantes de la región aunque no haya temporada nacional, siempre están pendientes a los que es el beisbol, para seguir a sus jugadores favoritos que participan durante la temporada otoño invernal, manteniéndose fiel a ellos.
En las casas y establecimientos
Los hogares no están exentos de convertirse en escenario de disfrute de los partidos, y aunque casi es a finales de la temporada cuando aumenta la emoción, los cibaeños no desaprovechan la oportunidad para disfrutar en familia de un buen junte, donde no es sorpresa escuchar el sonido de una lata o un caldero.
El cibaeño se caracteriza, además, por ser amante a “dar cuerda”, y casi en todos los casos suele pasar que en la misma casa, comunidad o área de trabajo haya personas que simpaticen por diferentes equipos, dando como resultado que en el ambiente haya momento de tensión y rizas.
Los establecimientos comerciales de comidas y bebidas también se unen a la pasión, y se convierten en refugio de quienes desean compartir con amigos.
Víctor Guzmán, quien trabaja para el equipo de trasmisión del Estadio Cibao, explica que las cornetas, banderas, gorras, chaquetas, y otras prendas alusivas a los equipos, son los elementos que nunca faltan en los juegos de pelota. “Previo al torneo pasado, donde se prohibieron las cornetas y todo instrumento de viento que produjera sonidos, estos elementos nunca faltaron en el estadio”, agrega. Antes de la temporada Guzmán, quien además es cronista, explica que antes de em- pezar la temporada se vive un ambiente de mucha expectación, sobre todo este año, ya que, el equipo que más simpatizantes tiene en la región, viene de ganar el torneo pasado.
Manifiesta que en las calles, locales comerciales y centros de diversión, todo el mundo habla del inicio de la temporada. Evalúan las contrataciones del equipo y proyectan, inclusive, el desempeño de los jugadores y del equipo.
“Ya iniciada la temporada, todo el pueblo se aboca a apoyar a su equipo. Para una gran mayoría, los problemas cotidianos pasan a un segundo plano y la prioridad es la pelota”.
Carlos Manuel Estrella, Cronista deportivo, manifiesta que al finalizar la temporada el ambiente se convierte un poco nostálgico, porque el fanático añora la vuelta de octubre para el próximo torneo.