Recordando a Dato Pagán: ¡No al cierre del Padre Billini!
Mucha gente sabe o busca la definición de la imagenologia, aplicada a la medicina. Otra cosa es la imagen de las figuras públicas en determinado país o entorno social.
La prensa y las redes sociales fueron copadas esta semana por un feminicida, que se atreve a preguntar si la convulsión fue para dañar su imagen o la del béisbol.
Los personajes públicos creen que son inmunes al ojo de la población. Peor aquellos que también se lo creen porque los poderes públicos los protegen mediante impunidad.
En la sociedad, existen personas repudiadas públicamente y otras respetadas y de buena imagen pública. Este último es el caso de Dato Pagán, quien durante muchos años fue exiliado antitrujillista.
Mantuve amistad durante muchos años con Dato Pagán, hombre sano, de buen trato con sus conocidos.
Dato Pagán fue un tercio especial en la Tertulia de Silvano Lora, calle Pasteur próximo a la Santiago y la Independencia. Entre otros, a esa Peña asistían: Pedro Mir, Ramón Oviedo, Ángel Haché, Elsa Núñez, Sussy de Pellerano, Efraim Castillo, Carmen de Pol, Luichi Martínez Richié, y toda una pléyade de creadores.
Contertulio agradable, Dato Pagán era un hombre serio, sin problemas éticos, incapaz de ponerle la mano al dinero público.
Dato en la librería, en la cafetería, Dato en El Conde, Dato en la Santomé. Siempre llegaba el Dato conversador de peñas y tertulias.
No presumo de adivinador, pero pienso que en el hipotético caso de sobrevivir en este tiempo, Dato hubiera vuelto al exilio, consternado. Caso contrario, Dato Pagán estuviera identificado aquí con las mejores causas del pueblo dominicano.
Tras participar en las jornadas previas al 1950, Dato Pagán siempre estaba donde le correspondería por sus principios éticos y su vocación de lucha.
Hace unas horas le comentaba a varios amigos, que Dato Pagán estaría apoyando la lucha contra el cierre del hospital Padre Billini, un desatino y un atentado contra la salud de Ciudad Nueva, Ciudad Colonial y toda la capital.