LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE MAMA
Octubre es el mes dedicado a multiplicar los esfuerzos por elevar el conocimiento, la educación y la orientación para que las personas adopten estilos de vida, cuidados de la salud y atenciones facultativas para evitar el cáncer de mama. Durante lo que va de año, este padecimiento ha arrancado la vida a más de 3,200 mujeres en República Dominicana, según las cifras de la Agencia Internacional para la Investigación sobre Cáncer, de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Diversas situaciones concurren para que el saldo de muertes por este padecimiento sea relativamente alto y se constituya en la segunda causa de decesos entre las mujeres.
Pese a los esfuerzos de diversas organizaciones y personalidades destacadas por persuadir a las mujeres para que acudan regularmente a los centros de salud para evaluar su condición y someterse a las pruebas diagnósticas que detecten cualquier evento de este tipo, los casos de cáncer de mama llegan a los hospitales en etapa avanzada. Si además de que la enfermedad se descubre cuando el riesgo de metástasis es mayor, después viene la dificultad de acceso a tratamientos efectivos por lo costosos que resultan y por la existencia de un Sistema de Seguridad Social que impone serias limitaciones para la realización de estudios y cubrir procedimientos y medicamentos. Esos factores adversos deben motivar al sistema sanitario del país, a los centros docentes, las academias, los gremios del sector, los medios de comunicación y a las personalidades con ascendiente en la población, a persistir en forma sistemática para que las mujeres en riesgo de sufrir cáncer de mama aprendan la técnica del autoexamen, acudan al médico ante cualquier alteración que despierte duda e introduzcan cambios en su estilo de vida en favor de priorizar la salud preventiva.
Desde todo punto de vista, la prevención y la detección precoz del cáncer de mama constituyen la estrategia medular para enfrentar esta terrible enfermedad, lo que a su vez debe ir acompañado de una labor permanente de especialización y actualización de los conocimientos del personal médico y paramédico para no errar en el diagnóstico, para tener certidumbre en el tratamiento y acompañar ese desempeño con trato humano, empático y solidario.