Misterios y belleza de la rueda de la vida
“La vida llega, se va la vida/ como una rueda gira que gira/ distribuyendo la fecundidad/ la desventura y la felicidad/ inagotables de su manantial, la vida ...”. Así como dice el maestro Alberto Cortez, la vida es una rueda que nos ofrece lo bueno, lo gris y lo malo en diversas circunstancias; en la misma canción el maestro Cortez nos dice que la vida llega sin avisar, y cuando se va no dice a dónde, la vida es y sigue siendo ese pequeño lapso finito rodeado de eternidad, que para muchos es un misterio, desvelar su contenido es y sigue siendo tema para filósofos, pensadores, y científicos que intentan de alguna forma ofrecer una respuesta.
La vida es un misterio, tanto porque no sabemos lo que nos trae, ni sabemos lo que nos da o nos quita, de repente aquellos que amamos empiezan a irse para ese viaje sin retorno, y tenemos esos roles que a veces nos toca manifestar, para algunos somos ángeles y sin embargo para otros somos demonios, cada rol que vivimos y que creamos es el resultado de lo que somos, de lo que hacemos, y de lo que vivimos.
La vida puede ofrecernos lecciones muy profundas, algunos nunca aprenden y otros con una sola lección la asumen por siempre, y lo que para algunos son pequeñas victorias para otros pueden ser grandísimas metas logradas. Por ejemplo, el hecho de caminar para algunos no supone gran esfuerzo, pero para los que hemos estado a punto de no volver a hacerlo ese sencillo hecho envuelve una gran lección en la existencia. Para algunos vivir en un país avanzado no implica mayor situación y olvidan que para millones de personas en el mundo sobrevivir es una tarea diaria, que no siempre logran vencer situaciones, adversidades y enfermedades propias de su entorno geográfico.
Otros que tienen un padre o una madre no los aprecian hasta que estos faltan o van perdiendo capacidades, y cuando la vida te enseña a sobrevivir por tu propio esfuerzo es cuando finalmente empiezas a darle el verdadero valor que ellos han tenido. La vida ciertamente es una rueda que gira y gira sin detenerse, y sin darnos cuenta cumplimos momentos, agotamos procesos y pasamos lecciones que nos hacen ser diferentes. Aquel niño que alguna vez fuiste pasa a ser un adolescente y luego pasas a ser un adulto y casi sin saberlo creces, cambias y vas avanzando peldaños dentro de esa rueda mistérica, algunas personas agotan su tiempo y siguen, otros caen presos de sus propios demonios y otros nunca los enfrentan, así algunos se casan y divorcian, otros nunca lo hacen y otros son eternos empedernidos de la soledad, pero todos vamos en esa rueda que gira y gira.
Alberto Cortez como genio de la poesía lleva a la música esa profundidad filosófica, y nos ofrece una idea que a mí me encanta, la vida es un misterio que se nos dio para vivirla, sacarle provecho, pero sobre todo entender que dentro de su misterio esconde esa belleza que debes aprender a vivir y trascender.