En la diana
Primer Tiro E l día en que algunos actores locales entiendan que sus expectativas de tipo de cambio y de riesgo de la deuda pública deberían ser consistentes con las de los mercados internacionales, ese mismo día también podrían aceptar que cuando una entidad adquiere un pasivo con el que financia la adquisición de un activo, su deuda neta no aumenta, y que aun cuando el pasivo contraído genere intereses, si el activo produce ingresos suficientes para cubrir los mismos, el bienestar de la entidad contratante no empeora. Entre el 2007 y el 2017 la inversión pública bruta aumentó en RD$ 962,737.87 millones, mientras el déficit acumulado en dicho período fue de RD$ 613,008.8 millones, lo cual significa que un total de RD$ 349,729.1 millones fue financiado con ahorro corriente e ingresos de capital. La mayoría de las inversiones públicas no generan ingresos fiscales directos e inmediatos, pero sí generan aumentos en el bienestar colectivo, los cuales deben ser valorados, independientemente del impacto, eficacia y eficiencia de las mismas. Segundo Tiro
Si los mercados internacionales financian el aumento de la deuda pública que genera el déficit fiscal a una tasa de interés constante, entonces el riesgo de la deuda pública no aumenta, y esta es precisamente la gran observación que se reitera en esta entrega. El margen de riesgo país de la deuda pública dominicana que se transa en los mercados internacionales se mantiene alineado y muy por debajo del margen de los bonos globales y del de los países de América Latina. Y si no se quiere ponderar lo anterior, por menos debería tomarse en cuenta que la devaluación esperada de la moneda nacional por los mercados internacionales es menor a la devaluación anual observada, y como variable explicativa de estos resultados hay que resaltar que “con la desaparición de los déficits gemelos, la existencia de una economía que crece con baja inflación y la disponibilidad de niveles de reservas acordes con las métricas internacionales, los fundamentos macroeconómicos de República Dominicana se han fortalecido” (La economía Dominicana ante un Entorno Internacional cambiante, Banco Central, pág. abierta). Tercer Tiro
El aumento esperado en el precio del petróleo, los aumentos de tasas de interés en EU y la apreciación del dólar, constituyen choques externos negativos. Pero la devaluación anual actual es de 4.44%, y el autor proyecta un 4.5% para el final del año, monto superior al necesario para absorber los citados choques externos. La variable final para el cuadre del modelo es la tasa de interés. El Banco Central podría fundamentarse en la trayectoria de la inflación para mantener fija su Tasa de Política Monetaria (TPM) en noviembre y diciembre, independientemente de que los inversionistas locales aumenten su demanda de rendimiento, lo que muy posiblemente no harían los mercados internacionales. Pero el balance de riesgo de tasa de interés se encuentra sesgado hacia arriba, y el próximo movimiento de la TPM depende de la “evolución de la normalización de política monetaria de Estados Unidos y su impacto en el diferencial de tasas de interés con República Dominicana, así como del precio del petróleo y de la dinámica del dólar en el mercado internacional”, y de la disposición del Banco Central para “reaccionar de forma oportuna ante cualquier factor que ponga en riesgo el cumplimiento de su meta de inflación” (Comunicado de Política Monetaria del mes de Octubre).