VIVENCIAS

EJuan Francisco Puello Herrera

l evangelista Lucas (13,1-9) narra que, en una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían, y Jesús les contestó: “¿Piensan que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Les digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán de la misma manera. Y les contó esta parábola: «Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: “Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro, entonces córtala. ¿Para qué vas a ocupar terreno en balde?” Pero el viñador contestó: “Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas.”»

Un caso que merece comentarse unido a lo anterior es el de Howard Allen O’Brien conocida como Anne Rice quien desde muy corta edad estuvo interesada en temas de vampiros y brujas. En su carrera como escritora se ha enfocado en libros que narran historias de ficción que mezclan lo “horroroso con lo lujurioso”.

Pero lo más extraño en la vida de Anne Rice son las desgracias que le han perseguido, la muerte de su hija Michelle que murió de leucemia a los 5 años en diciembre de 1998; a ella se le diagnosticó Diabetes Mellitus cuando entró en un coma diabético; y la muerte de su esposo en el 2002.

Anne Rice pasó años definiéndose como atea y anunció en una oportunidad que se convertiría al cristianismo, una decisión que la llevó a detener la escritura de historias vinculadas a los vampiros y de terror, pero esto duró poco ya que después anunció que había renunciado a la “religión”. Realmente su anunciada conversión fue pasajera y su obra ahora se ha enfocado a tratar la temática de los licántropos con el libro El Don del Lobo.

Ahora bien, ¿qué es la conversión? Es un proceso que dura toda la vida, no sujeta a caprichos del momento o porque un funesto o lamentable suceso haya afectado nuestra vida. Es algo más sublime, se trata de asumir una posición en que sea el espíritu que gobierne nuestro accionar, de que superemos los artificios del tiempo para colocarnos en las coordenadas de la eternidad.