(+) INCERTIDUMBRE Y POLARIZACIÓN
Un buen número de estas elecciones, agregó, se caracterizaron por un alto nivel de incertidumbre, volatitilidad y polarización, determinando que las opciones de centro no fuesen vista como una alternativa (sobre todo en Brasil y Colombia) para la gran mayoría de los electores.
Los sectores medios, mas pragmáticos que ideologizados, exigentes y pocos pacientes, jugaron un papel clave al buscar candidatos que sintonizaran con sus demandas y que ofrecieran resultados rápidos y concretos, dijo.
Explicó que mientras que en las tres principales economías: Colombia, México y Brasil hubo alternancia, por el contrario en Costa Rica y Paraguay vimos continuidad oficialista.
La reelección inmediata sólo tuvo lugar en la farsa electoral venezolana, en la que Nicolás Maduro fue reelecto en un proceso electoral carente de toda legitimidad, y en las muy cuestionadas elecciones hondureñas (por el alto nivel de irregularidades) en las que el presidente Hernández fue reelecto.
Agrega que en 5 de estas 9 elecciones (Ecuador, Chile, Costa Rica, Colombia y Brasil) fue necesario ir a un balotaje para definir al presidente; fenómeno que se ha vuelto cada vez más frecuente. Y a excepción de la elección mexicana, en la que AMLO obtuvo mayoría en ambas cámaras del Congreso, en los restantes casos los presidentes electos no obtuvieron mayoría propia en el Congreso, lo que anticipa una gobernabilidad compleja y una mayor dificultad para aprobar las reformas estratégicas (fiscales, laborales, de pensiones) que muchos de estos países requieren con urgencia.