Etapas para llegar a la sanación
“¡La vida da sorpresas… sorpresas da la vida!”. Parece una frase sin sentido, parece una canción, pero en el fondo es una gran verdad, parece que el duelo llegó muy fuerte no sólo para mí sino para mis hijos e hijas de forma inesperada, el proceso del duelo es muy complicado, de hecho la gran psicóloga Suiza Elizabeth Kübler-Ross las describe de la siguiente manera:
Primera etapa, “negación”: es el principio del duelo en el que la persona se niega a asumir su situación, lucha internamente, y es un proceso de autodefensa normal, frases como: “No, esto no puede estar pasándome” “No es real todo esto” “¡Esto que me pasa es una pesadilla!” Y otras más que hagan referencia a una etapa primaria del duelo, sobre todo con el contenido de negación, puede durar un tiempo salir de la misma dependiendo de la fortaleza interna de cada quien.
Segunda etapa, “ira”: toda la rabia empieza a salir de forma frontal, la persona tiende a sentirse traicionada por el destino, por la situación, o la persona que representa el duelo (si es emocional); empieza a cuestionarse: “¿Por qué a mí?” “¡No es justo!” “¿Cómo me puede estar pasando esto si no lo merezco?”, las personas que viven el duelo empiezan a sentirse literalmente abandonadas, y llenarse de ira hace que la emoción salga provocando dolor y resentimiento.
Tercera etapa, “negociación”: aquí las personas se vuelven más meditativas, empiezan a usar más el raciocinio, empiezan a buscar “razones” para continuar, para seguir adelante, “negocian” su destino a largo plazo, si es una muerte de un ser querido empiezan a ofrecer nuevos derroteros con ese ser superior en el que creen, sino creen en algo superior entonces empiezan a ofrecer nuevos derroteros con su propia vida. En esta etapa por lo general ya han pasado meses del suceso, y empiezan a aparecer síntomas de sanación interior.
Cuarta etapa, depresión o dolor emocional: las personas se enfrenta crudamente con lo que ha pasado, se entristecen, asumen sus realidades y siente el verdadero dolor en toda su dimensión, lloran, manifiestan tristeza en el diario vivir, buscan todo aquello que los conecta con su tristeza, viven de forma real su dolor; todo esto tiene algo positivo, todo esto está saliendo, está sanando y al vaciar todo el cúmulo de dolor entonces empiezan a sanarse a través del mismo duelo.
Quinta etapa, aceptación: las personas saben que ya es tiempo de seguir, y que su dolor ya ha sido suficiente, aceptan todo aquello que en un principio se negaron a entender, asume todas las lecciones que debía y crece como ser humano.
Estas etapas deben darse para sanar, yo las he sobrepasado, y todas deben vivirse y asumirse; dejar que la sanación por sí misma llegue, no hay nada más complicado que un corazón herido, ya sea por la muerte de un ser querido o por el fin de una relación sentimental, hay que vivir las etapas y avanzar en el doloroso y complicado proceso de sanar, para crecer como alma y como personas.