A EXTRANJEROS SE LES DIFICULTA LA COMPETENCIA
Mucha gente se pregunta, a raíz de los premios y nominaciones de los mexicanos a los Premios Óscar, cuándo República Dominicana tendría chances de llegar a ese podio. La respuesta, sin miedo, sería: aún nos falta mucho por recorrer.
Si usamos el ejemplo de los mexicanos, debemos notar que su industria data de casi cien años de historia, con data incluso más vieja que el mismo Hollywood. Esta historia, o tradición de cine, es claramente influenciada por los resultados que están teniendo hoy en día, no solo con el trío de directores que estaría de sobra mencionar (Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu y Guillermo del Toro).
Si me guio, por la media de películas ganadoras al Oscar, con nombre latino, la mayoría, viene arrastrando durante el año previo, o al menos su última parte, presentando un nombre en los más importantes festivales del mundo y/o ganando premios que despierten el interés de los que votan. Por ende, estimulando al distribuidor de dicha película, a hacer una inversión mayor a la hora de promocionar la película, así como todo un proceso a seguir.
La competencia en películas extranjeras, dentro del cine norteamericano, es sumamente fuerte, por países de clara preferencia, como son Alemania, Francia, Japón, Corea y Argentina.
Lo interesante es que la solución la tenemos a una posible corta distancia, ya que, en los últimos años la calidad del cine que exportamos ha aumentado en su calidad de una manera rápida.
Vale la pena señalar que no todas las películas son elegibles para la consideración del Óscar.
Para calificar para la consideración de Óscar en las categorías principales (Mejor película, Mejor director, Mejor actor, Mejor actriz, etc.), una película, esta-
La actriz Melissa Leo, frustrada por la falta de cobertura de la prensa convencional, pagó por sus propios anuncios para impulsar su actuación en la película “The Fighter”. Ella fue acusada de “ser maliciosa” por algunos. Funcionó y ella se llevó a casa el premio a la mejor actriz de reparto ese año. dounidense o de otro tipo, debe ser presentada durante al menos siete días consecutivos en un teatro de Los Ángeles en el año calendario.
En contraste, se requiere que un candidato a la Mejor Película en Idioma Extranjero se presente durante al menos siete días consecutivos en cualquier teatro de su país de origen. Debido a eso, virtualmente cualquier película extranjera es elegible para una nominación. Pero con un costo alto.
Sin embargo, según mi conversación con dos directores que sus películas han sido preseleccionadas a representarnos se quejan de que sus presupuestos de promoción son inferiores a las presentadas por países con muchos más recursos. Es decir, que desgraciadamente tendríamos que aplicar a la inexistente suerte del cine.
Aunque sí hemos sido testigo del apoyo por parte la Dirección General de Cine cuando alguna película tiene algún tipo de sonido internacional.
Sería extraordinario ver nuestra bandera dominicana dentro de esas cinco nominadas, y sumar el nombre de un talento dominicano a la lista de famosos cineastas internacionales cuyas películas han ganado, incluyendo a Federico Fellini, Ingmar Bergman, François Truffaut, Akira Kurosawa y Pedro Almodóvar.
El Óscar a la Mejor Película en Lengua Extranjera ha sido presentado anualmente desde 1956, pero las reglas para lo que hace que una película sea elegible para el premio pueden ser poco claras para aquellos que no han leído los criterios oficiales de la Academia.
Si bien el Premio de la Academia a la Mejor Película en Lengua Extranjera en los últimos años ha sido una de las categorías más reñidas y de mayor calidad, las nominadas (y muchas de las no nominadas) representan algunos de los mejores en cine mundial de ese año.
También atrae el interés de los estudios de Hollywood, que han perseguido a directores cuyas películas han ganado el premio como Ang Lee (por Crouching Tiger, Hidden Dragon, 2000) y Gavin Hood (por Tsotsi en 2005) para dirigir exitosas películas estadounidenses.
Por supuesto, el principal requisito para el Premio de la Academia a la Mejor Película en Lengua Extranjera es que al menos la mitad del diálogo de la película debe estar en una lengua extranjera. Los filmes que tienen mucho diálogo en inglés han sido descalificados para ser considerados, como en el caso de la película israelí de 2007, The Band’s Visit.
Antes de 2006, la representación de un país tenía que estar en uno de los idiomas oficiales del país. Esa regla ha sido eliminada.