EL DOBLE PARQUEO

En todas las calles del polígono central de la capital –y más allá– existe el doble parqueo de vehículos, una verdadera fuente de caos.

Las situaciones más graves se dan en las calles de circulación en doble sentido porque al existir vehículos parqueados a ambos lados, los que vienen de un lado y los que van en dirección opuesta no pueden fluir normalmente. En vista de que en muchas de esas vías predominan edificios residenciales y funcionan restaurantes y negocios de todo tipo, el doble parqueo en esas calles constituye un verdadero dolor de cabeza para residentes o para los que intenten moverse en esas zonas.

Como aquí está todo desordenado, para colmo de males muchas guaguas voladoras y taxis utilizan las calles de esos residenciales como atajos para evitar los fuertes taponamientos de las avenidas que les sirven de ruta oficial.

En capitales de ciudades con semejantes problemas, se regula el estacionamiento en uno o en ambos lados de una vía, con horarios fijos. Por lo regular, se aplica en calles de circulación en un solo sentido.

Aquí debemos reformular rápidamente el esquema existente. Hay que cambiar el sentido de muchas calles de una sola o de dos direcciones, para adecuarlas a los actuales flujos de vehículos en una capital desbordada de estos aparatos.