“Destinado a ser un sacerdote”
El reverendo José Alberto Vargas, quien fuera el primero en intervenir en el Sermón de las Siete Palabras del pasado viernes Santo, cuenta con una hoja de vida nutrida dentro de la vida consagrada y religiosa. Asimismo, se ha destacado por traer a colación temas sociales y abogar por ellos.
Al ser ordenado como sacerdote a principios del 2011, supuso para él “la prueba más grande que ha tenido que superar”, ya que sus padres, luego de motivarlo a temprana edad a congregarse dentro de la Iglesia Católica, se “convirtieron” al cristianismo evangélico, y admite que en aquel momento no contó con la aprobación de sus tutores para dar este gran paso. “Eso me hizo cuestionar. Le pregunté a Dios, porqué si había sido destinado para ser sacerdote, mi familia no me apoyaba”, precisa.
Cuenta que con el tiempo, su familia respetó su decisión y que incluso, sus padres, tras haber cumplido 50 años de casados, fueron a la iglesia y él mismo fue quien presidió la renovación de votos en la casa de Dios.
Su formación dentro del ámbito religioso se consolida desde 1994 a 1998 en el Instituto Técnico Salesiano (ITESA), donde estudió artes gráficas, bajo las directrices de los Padres Salesianos.
Expresa, además, que es dentro del Seminario Fernando Arturo de Meriño, donde realizó un año de filosofía, y desde 2010 al 2013, figuraba como diácono adscrito dentro de la Parroquia Nuestra Señora América Latina y también fue vicario “ayudante a párroco”. Se desempeñó además como facilitador de la materia de formación en el liceo Emma Balaguer en Sábana Perdida. Mientras que fue trasladado en 2013 a la iglesia Santa Lucía Mártir, en la Hacienda Estrella.