DOS FUERTES VICIOS VAPULEAN A JÓVENES
De la hookah al “vapeo” del cigarrillo electrónico... y de las drogas a las camas de los hospitales
Un consumidor saca una densa nube mientras vapea en una tienda de Richmond, Estados Unidos. El uso de cigarrillos electrónicos se extiende en República Dominicana con diversidad de modelos que podrían costar hasta RD$10,000. Una investigación de LISTÍN revela también que adictos ocupan la mitad de las camas para pacientes psiquiátricos.
De 11 camas con que cuenta la Unidad de Intervención en Crisis (UIC) para el ingreso de corta estadía de pacientes con crisis psiquiátricas del hospital Salvador B. Gautier, en ocasiones ocho están ocupadas por pacientes con trastornos psicóticos asociados al uso y abuso de drogas y otras sustancias psicoactivas.
Mientras en una semana en el servicio especializado del hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Minas se recibieron cinco adolescentes embarazadas en esas mismas condiciones; en la UIC del hospital J. Mañón de un promedio de 35 pacientes que se ingresan al mes, seis son adictos a sustancias psicoactivas y en área de emergencia del hospital Francisco Moscoso Puello cada día se reciben entre dos y tres pacientes consumidres de sustancias, en su mayoría jóvenes.
Los pacientes con trastornos psiquiátricos asociados al uso y abuso de drogas, alcohol u otras sustancias psicoactivas se han convertido en un dolor de cabeza para los servicios que se brindan en las Unidades de Intervención en Crisis (UIC) instaladas en hospitales de la capital, donde de cada 100 pacientes que ingresan cerca de 25 responden a ese grupo de población.
Los detalles fueron ofrecidos por directivos de los servicios durante un recorrido realizado de LISTÍN DIARIO por siete UIC instaladas en igual número de hospitales de la capital. Presión Además de generarle una alta ocupación de camas, estos pacientes tienen una alta tasa de reingreso, porque aunque salen estables de los servicios, al no entrar a programas de rehabilitación, una vez regresan a sus entornos, vuelven al consumo, a presentar crisis de salud mental, y por lo tanto, requieren nuevamente atención médica.
A esa alta ocupación, se suman los indigentes, cuya estadía se extiende por mayor tiempo debido a que muchos no tienen vínculos con la familia.
De cada 100 de los que van a la consulta de psicología del hospital J. Mañón, 60 presentan trastorno bipolar, 25 es por consumo de sustancias psicoactivas. De las siete camas, por lo general entre tres y cuatro están ocupadas por indigentes.
En la unidad del hospital Francisco Moscoso Puello, el segundo grupo de pacientes en crisis que reciben son los jóvenes usadores de sustancias que degeneran en trastornos mentales.
En la Unidad Hospitalaria de Salud Mental doctor Ramón Rey Ardid, 20 por ciento de los ingresos mensuales son pacientes psiquiátricos asociados al uso y abuso de sustancias, con promedio de 29 años.