Leonel cosechó lo que sembró
ALeonel no le ganó Gonzalo. Lo derrotó Danilo. Una derrota que comenzó a gestarse cuando innecesariamente seleccionó al Presidente como adversario e inició una absurda táctica de acoso contra quien ostenta el cargo que, en clave peledeísta, confiere mayor y más determinante liderazgo.
Sin razón ni justificación aparente, y con la presta contribución de ciertos agitadores y “gallos locos” de su entorno –a quienes en parte debe “agradecer” su derrota–, a Leonel se le metió en la cabeza que Danilo modificaría la Constitución para reelegirse... Lo que sí eventualmente ponderó fue como consecuencia del irrespeto y las desconsideraciones del sector leonelista... Y a partir de ese momento las voces sensatas que alcanzaban sus oídos fueron sucumbiendo ante la retórica flamígera de extremistas que terminaron imponiendo sus retorcidas premisas.
Disfrazados de guachimanes de la Constitución, salieron a recoger firmas de adhesión para su proyecto político. Cuando para volver a gobernar Leonel no necesitaba millones de firmas. Bastaba con restaurar la confianza y ponerse de acuerdo con Danilo. Sin pelear ni desafiarle.
Pero prefirió la gresca. Sus parciales asumieron una radical oposición, y gavillas a su servicio no pararon de insultar, ofender y hasta amenazar con prisión al Presidente y sus principales colaboradores... No se detuvieron siquiera descartada la posibilidad de la repostulación.
Una puesta en escena que dejó a Danilo sin otra opción que vencer a Leonel, “bajo cualquier circunstancia” y “sin marcha atrás”. Y aplicó todo el peso de su liderazgo y del Estado para en unas pocas semanas armar un proyecto, fabricar un candidato y derrotarlo.
Lo que en ningún caso otorga a Fernández la condición de víctima... Como ha pretendido presentarse en este vodevil poselectoral mal argumentado y peor actuado.
En el proceso del 2007 Leonel también utilizó todos los resortes del poder para imponer su liderazgo sobre Danilo y vencerle internamente. Con la diferencia de que en aquella coyuntura Danilo y su gente nunca atacaron despiadadamente a Fernández; jamás le llamaron dictador, a pesar de que recogían firmas pidiéndole perpetuarse en el poder; no utilizaron su fuerza congresional para obstaculizar la reforma constitucional del 2010 que permitió su habilitación electoral; nunca se sumaron a campañas de acusaciones contra su gobierno, como en los casos de Sund Land, Tucanos y Del Tiempo Márquez...
Danilo no promovió y mucho menos encabezó manifestaciones en contra del gobierno de su partido; no lideró turbas opositoras; su gente no insultó ni agredió a sus adversarios internos en el Congreso ni en medios de comunicación; no se empecinó en jubilar electoralmente y dañar a Leonel...
Así que Leonel no es un mártir abatido por el poder... Simplemente cosechó lo que sembró. Y a pesar de todo la cosecha no fue tan mala. Demostró resiliencia. Perdió, pero sobrevivió luchando con muchas desventajas. Exhibió cierto músculo político y una estructura electoral relativamente funcional y eficiente...
Lástima que derroche ese capital político cercado y mal influenciado por liliputienses sin su dimensión y trascendencia... Gente sin absolutamente nada que perder en esta irracional inmolación a la que se dirige.
Aunque quien por su gusto muere...