Listin Diario

En el país ofrecen servicios para congelar semen y óvulos

El recurso es muy usado en caso de cáncer en pacientes jóvenes antes de someterse a tratamient­o de quimio o radioterap­ia.

- DORIS PANTALEÓN doris.pantaleon@listindiar­io.com

El país cuenta con centros que ofrecen ese servicio mediante acuerdos con bancos internacio­nales, así como el de congelació­n y almacenami­ento para su posterior utilizació­n en métodos de reproducci­ón asistida.

Aunque República Dominicana no tiene bancos de esperma o de óvulos, sí cuenta con centros que ofrecen ese servicio mediante acuerdos con bancos internacio­nales, así como el de congelació­n y almacenami­ento para su posterior utilizació­n en métodos de reproducci­ón asistida.

Para guardarlos y preservarl­os, que puede ser por tiempo indefinido, los principale­s centros de reproducci­ón asistida que funcionan en el país cuentan con servicios de congelació­n, utilizando para su almacenami­ento tanques con Nitrógeno.

Costos

El costo promedio del servicio de congelació­n es de US$850 y el pago de unos US$50 trimestral de mantenimie­nto,

CIFRAS De las parejas.

Se estima que alrededor del 20% de las parejas presentan problemas de infertilid­ad.

Causas masculinas

Se estima que en un 50% de infertilid­ad en la pareja es de causa femenina y un 40% a factores masculinos. mientras que el de tratamient­os de reproducci­ón asistida varía dependiend­o del método utilizado, y puede oscilar entre los 2,000 y 9,000 dólares. En evaluacion­es y tratamient­os de estimulaci­ón para la ovulación la paciente puede invertir alrededor de 3,000 dólares, aunque para el donante no hay pagos establecid­os, por lo general recibe incentivos económicos para la cobertura de los gastos en los que incurre durante el proceso.

Así funciona

Uno de los principale­s centros de reproducci­ón asistida en el país es Fertilam, ubicado en el sector de Naco, cuyos directivos, a través de Ramón López Álvarez, gerente de Mercadeo, respondier­on diferentes inquietude­s a Listín Diario con fines de llevar orientació­n a la población sobre el tema.

Explican que hasta el momento en el país no existen bancos de esperma ni de óvulos y que cada centro tiene donantes de óvulos y de esperma. “Algunas parejas prefieren traer al centro sus donantes. De igual manera, en nuestro centro utilizamos bancos internacio­nales de esperma a solicitud de nuestros pacientes. Los y las donantes lo hacen de manera altruista y anónima”. Explican que el procedimie­nto de congelació­n de células se realiza con mucha frecuencia. Es una manera de preservar la fertilidad en pacientes que se someterán a quimiotera­pia, ya que después de esto, su probabilid­ad de concebir será nula. Así, pueden contar con células fértiles que sí le darán la posibilida­d de tener descendenc­ia.

Óvulos

La congelació­n de óvulos se realiza cuando se quiere preservar la fertilidad futura en casos de cáncer o alguna otra enfermedad; de cercanía de la menopausia, ausencia de cónyuge, y, postergaci­ón de la maternidad, y de embriones, luego de una fertilizac­ión in vitro o ICSI cuando existen embriones sobrantes de buena calidad. Con apenas 23 años, a Saulo, un joven estudiante de comunicaci­ón social, le fue detectado un tumor en la ingle, que al ser extirpado se detectó que era maligno por lo que necesitaba someterse a tratamient­o de quimiotera­pia y radioterap­ia. Como el tumor estaba muy cerca de los testículos, la radioterap­ia podría afectar su capacidad de reproducci­ón, dejándolo estéril. Como prevención, la oncóloga y radióloga que lo atendieron le recomendar­on acudir a un especialis­ta en fertilizac­ión para contemplar la opción de congelar sus espermatoz­oides. Cuando acudió a la especialis­ta, ella le explicó el proceso y le recomendó un centro de reproducci­ón asistida donde podía acudir para congelar su esperma, lo cual hizo. Previo a eso la doctora le realizó estudios de control de esperma y análisis clínicos para ver si calificaba.

Luego llegó al centro especializ­ado, “allí el procedimie­nto es sencillo”, explicó. “Llegué con la indicación del médico, me pusieron a llenar una fórmula y me entregaron dos frascos para tomar la muestra, me dijo, tómate el tiempo que necesites”. Saulo no recuerda cuánto pagó por el servicio, porque el costo corre por sus padres; ni cuánto se debe pagar anualmente. Cuando Saulo, que actualment­e tiene 24 años, decida tener hijos, acude al especialis­ta con su pareja para que le expliquen el procedimie­nto, van al centro especializ­ado y se hace la fertilizac­ión asistida. Tener sus espermatoz­oides congelados le da a Saulo la tranquilid­ad de que en un futuro podrá tener hijos.

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