Un eminente científico que enaltece al país
El doctor Carlos Dante Heredia García, reputado como el pionero mundial en el campo de la inmunología ocular y con un impresionante legado de aportaciones científicas sobre la oftalmología, es un dominicano que enaltece a su país.
La nación acaba de honrarlo con el Premio al Emigrante Dominicano Señor Oscar de la Renta, instituido para reconocer a los dominicanos que han tenido en el extranjero, donde han establecido residencia, un ejercicio sobresaliente en distintas esferas del quehacer humano.
El doctor Heredia García reside en España, país en el que ha descollado como eminente oftalmólogo. Es académico numerario de la Real Academia de Barcelona y de la Academia Médico-Quirúrgica Española de Madrid, miembro numerario del Instituto Médico-Farmacéutico de Cataluña y miembro de honor del mundialmente famoso Instituto Oftalmológico Barraquer.
Tiene en su haber profesional más de 8,000 cirugías de retina y vítreo y es autor de más de 200 trabajos publicados en diferentes idiomas sobre las materias de su especialidad.
Pocas veces los dominicanos reparamos en las inmensas contribuciones al bienestar humano que han hecho otros compatriotas desde sus respectivas competencias científicas, como fue el caso de doctor Juan Manuel Taveras Rodríguez, un maestro mundial en la radiología.
Por lo general, solemos medir el desempeño de los dominicanos en el extranjero por sus hazañas deportivas, en el béisbol, en el atletismo o en cualquier otra disciplina deportiva, o por sus resonantes éxitos en el arte popular o clásico, que llenan toda una cantera de triunfadores.
En el lado oscuro de esa cantera aparecen, desafortunadamente, los siniestros representantes del crimen organizado, gigantes capos de la droga, que de cuando en cuando entran en las listas de los fugitivos o buscados más peligrosos para la policía internacional.
El esplendor de una buena y honradora representación nacional es el que marca una trayectoria de contribuciones científicas como las del doctor Heredia García, quien nunca se ha olvidado de sus compatriotas, pues desde España colabora con el Instituto contra la Ceguera por Glaucoma, en estricta labor filantrópica.
Son ejemplos de vida que honran a la República Dominicana y que nos hace sentir que esta tierra pare hombres ilustres, brillantes, icónicos, que han esparcido sus talentos por todo el mundo como emigrantes valiosos, decentes y útiles a la humanidad.