PISA 2018 evidencia que la escuela dominicana no existe
Uno de los acuerdo en 2011 para conceder pecados capitales el 4% del PIB a Educación, de sello triunfal del nuestras administraciones actual ejecutivo, fue echado por la borda por, paradójicamente, públicas, desde 1930 a las huestes hoy, ha sido “politizar” la escuela. “danilistas”. Gracias a ellas el gobierno
Término entrecomillado cierra su mandato cargando para indicar el empleo inmisericorde el lastre de un lamentable, de populismos deshonroso e inmoral fracaso para pagar adhesiones con en lo educativo. canonjías y empleos en las ¿Cómo es posible lo del escuelas. Informe PISA 2018 habiendo
De algo así sólo se podía gastado tantos recursos? esperar este espectáculo triste, llevado y traído por Para esos “danilistas” nuevos profetas que son colocados en la cúpula de los viejos pecadores. la gestión educativa sin jamás
No hay parcela política haber pisado un aula mayoritaria libre del pecado como docentes o gestores, de cancerar el proceso se trató de usar el fracatán enseñanza-aprendizaje, de en el jolgorio de compras pudrir nuestras escuelas. de cachivaches de todo tipo,
El problema ha alcanzado barriendo hacia afuera niveles tan dramáticos todo lo que significaba esfuerzo que requerirá de prohombres íntegro hacia la calidad comprometidos a realizar del proceso enseñanza-aprendizaje. titánicos esfuerzos para regresar a su carril este La escuela sigue instrumentada tren descarrilado. para medrar y
El anhelo del presidente rentar políticamente. Hiperbolizando Medina y de la oposición tal ganancia, política, al firmar aquel se le erosionó su misión esencial.
En consecuencia, el informe PISA 2018 expone rudamente que en Educación pocos creen en educar o en hacer algo para ello.
Educar es un proceso complicado y fascinante; atado a las vocaciones. En la escuela pública no hay tal, sólo la pobreza nacional y políticos medrando.
El informe PISA 2018, junto a los videos que circulan en las redes sociales sobre el acontecer en las aulas, indican el nivel de involución social y humana que experimenta nuestra sociedad; se ha inoculado en los centros educativos, incapacitándolos para ejercer su rol magno: construir el imaginario social aspirado en cada educando.
Involución, realidad trágica que subsume a educandos, docentes, gestores educativos, autoridades presentes y pasadas, a padres y tutores; que esclaviza a esa escuela que en el altar de la cultura, el saber y los valores colocó misiones ajenas y deformantes.
Desde dentro, y hacia afuera.
Que renunció a educar; que apenas es pretexto de servicio público aparente e ineficiente.
Gestiones educativas sucesivas consumiendo miles de millones de pesos para atar las iniciativas públicas a la nave de las estadísticas y del gasto, a tareas ajenas a la educación, metidas en el embudo bajo la altísima presión política y la angurria.
El resultado: esta muestra amarga, que imprime sabor frustrante en quienes aspiran a una mejor República.
Confirmación de que la escuela dominicana no existe; sí unas guarderíaspretexto que consumen un presupuesto abundante, adonde los padres envían los hijos a perder el día y a llenar la panza para dejar desnutridos y en la orfandad el saber, la dignidad humana y el espíritu.