Su refugio: Villa Barrancolí
Santo Domingo.
Kate Wallace se estableció en la comunidad de Puerto Escondido, al suroeste del centro de Duvergé (provincia Independencia), en la entrada norte del Parque Nacional Sierra de Bahoruco. Aquí administra Villa Barrancolí, un refugio ecológico que sirve como campamento base para los recorridos de observación de aves en el lugar que concentra el más alto endemismo de República Dominicana.
Muchos ecoturistas e investigadores llegan desde diversas partes del mundo para conocer las aves endémicas, nativas y migratorias a lo largo del sendero Rabo de Gato y sus alrededores, incluyendo zonas de alta montaña como los bosques de Zapotén.
El recorrido garantiza la observación de 27 de las 32 especies endémicas reportadas en la isla, dice Wallace. El hospedaje consiste en seis cabañas rústicas, baño con agua caliente y un comedor común, así como enramadas para casas de campaña. Estas facilidades básicas permiten que los visitantes vivan una experiencia salvaje de contacto directo con la naturaleza.
La ornitóloga también opera Tody Tours, la agencia especializada en recorridos ecoturísticos de avistamiento de aves.
Wallace se mantiene activa ofreciendo avistamientos, charlas y talleres. No piensa mucho en la edad. “Estoy demasiado ocupada para morirme”, dice.