Listin Diario

Asesinan por reclamar tierras

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CIUDAD DE SAGAY, Filipinas — El día que el hombre armado asesinó a su esposo, Elza Balayo tenía previsto darles un gusto a sus cinco hijos: pescado para acompañar el arroz que era su comida habitual. La pareja caminaba a casa desde el mercado, con su pequeño hijo, cuando un disparo perforó el silencio.

Balayo le dijo a la policía que reconoció al atacante. Era administra­dor de la plantación de caña de azúcar en el extremo norte de la isla de Negros, donde la familia de su esposo había vivido y trabajado durante más de 70 años.

No tenía dudas de por qué apretó el gatillo: para castigar a su esposo por tener la audacia de buscar ser dueño de un pedazo de tierra. “Arriesgó su vida para ser dueño de la tierra”, dijo.

Durante décadas, los líderes han prometido atacar una flagrante desigualda­d que enmarca la vida en este lugar —el dominio de un puñado de familias terratenie­ntes y la falta de tierra de decenas de millones de campesinos, que cultivan en condicione­s casi feudales. Rodrigo Duterte, el actual presidente, asumió el cargo hace más de tres años con la promesa de liberar, a los filipinos de poblacione­s rurales, de la pobreza, mediante la distribuci­ón de tierras a los agricultor­es.

Aunque Duterte se ha creado una imagen de hombre del pueblo con una sangrienta represión contra la delincuenc­ia, ha eludido una lucha populista crucial. No ha desafiado el control de los terratenie­ntes. En cambio, lo ha fortalecid­o, reforzando las condicione­s que le dieron la oportunida­d de asumir el poder. Más del 38 por ciento de los niños filipinos, que viven en zonas rurales, sufren de atrasos en su desarrollo, pese a vivir en una de las tierras más fértiles del planeta. Más de una, de cada cinco personas, de 108 millones de habitantes, es oficialmen­te pobre, a pesar de que la economía se ha expandido rápidament­e en los últimos años.

Los terratenie­ntes dominan los gobiernos locales, mientras despliegan ejércitos privados para mantener el

 ?? FOTOGRAFÍA­S POR JES AZNAR PARA THE NEW YORK TIMES ?? En Filipinas, millones de trabajador­es de las plantacion­es viven en condicione­s casi feudales. Cortan la caña de azúcar.
FOTOGRAFÍA­S POR JES AZNAR PARA THE NEW YORK TIMES En Filipinas, millones de trabajador­es de las plantacion­es viven en condicione­s casi feudales. Cortan la caña de azúcar.
 ??  ?? Más de uno, de cada cinco filipinos, es pobre. Trabajador­es de una plantación cenan arroz en sus barracas, en Kabankalán. Una carreta agrícola (izq.) es utilizada como refugio.
Más de uno, de cada cinco filipinos, es pobre. Trabajador­es de una plantación cenan arroz en sus barracas, en Kabankalán. Una carreta agrícola (izq.) es utilizada como refugio.
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