“Vengan y síganme, y les haré pescadores de hombres”
III Domingo del Tiempo Ordinario
a) Del libro de Isaías 8, 23b-9, 3.
Se describe la futura felicidad, se contempla la alegría salvífica comenzando por la tierra de Zabulón y Neftalí, la Galilea de los gentiles. Cuando vemos a Jesús a orillas del lago de Genesaret y a los sacerdotes judíos despreciando a los discípulos de Jesús por ser galileos, el pensamiento vuelve a este pasaje de Isaías. Isaías El profeta multiplica las imágenes con el recuerdo de los que vuelven gozosos de recoger sus gavillas, de repartir el botín de la batalla. Conviene recordar que la paz fue siempre la mayor ilusión del pueblo judío envuelto con frecuencia en guerras, hasta el extremo de convertirse en la nota más característica de los tiempos mesiánicos.
b) De la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 1, 10-13.17.
En estos versículos, San Pablo insiste en la importancia de la unidad que debe prevalecer entre los seguidores de Cristo, evitando siempre toda clase de divisiones y de rivalidades. Exhorta a la unidad en el nombre de “nuestro Señor Jesucristo”, de una manera enérgica, pues implícitamente, nos deja claro que en esa comunidad había discriminación entre ellos. Había de todo en aquella comunidad cristiana tan compleja, conflictiva, cosmopolita y pluralista, reflejo, se podría decir, de muchas de nuestras comunidades, donde es posible que muchos se identifiquen con algún miembro de la Iglesia (Obispo, Presbítero, Diacono, Catequista, etc.). Por eso el llamado del Apóstol a la unidad, a la concordia, a la participación, a la solidaridad, a ponerse de acuerdo y no andar divididos.
c) Del Evangelio de San Mateo 4,12-23.
Este evangelio contiene una síntesis de la predicación y actividad apostólica de Jesús, así como un relato vocacional. San Mateo resume el anuncio de Cristo bajo el lema: conviértanse porque está cerca el Reino de los cielos, recordando así también el mensaje de Juan el Bautista. El relato concluye añadiendo al anuncio del Reino, los signos de este: “Jesús recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del Reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo” (v. 23).
En este pasaje también se incorpora una larga cita de la primera lectura referente a Galilea, San Mateo trata de mostrar a Jesús como el Mesías en quien se realizan las profecías del Antiguo Testamento. Después de bautizado en el Jordán y superadas las tentaciones del desierto, Jesús vuelve a Galilea, donde comienza su anuncio de la Buena Nueva. Es el cumplimiento de la profecía de Isaías sobre la restauración de las regiones norteñas saqueadas por los asirios. “El Pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande”.
En San Mateo hay también una intención universalista, comienza presentando a Jesús en actividades apostólicas y liberadoras precisamente en tierra de “paganos”, aunque poblada en su mayoría por judíos, a quienes Jesucristo se dedicó casi exclusivamente.
ASUNTOS DE DERECHO