Listin Diario

Las bodas de Benedicto y Yety Guzmán

- BÉLGICA SUÁREZ

Benedicto Hernández, conocido en esta ciudad por pertenecer a la oligarquía santiaguen­se y un resbaloso divorciado, funcionari­o gubernamen­tal, se casó el pasado sábado, en una boda hermosa, íntima, con la bella y esbelta joven capitaleña Yety María Guzmán. Ella lució un precioso traje clásico, vanguardis­ta, de finas telas chantilly, que resaltaba su moldeada silueta, llevaba el pelo recogido a los lados, destacando así su larga cabellera y cubierta con un largo velo tradiciona­l. El novio estuvo impecable para tan especial ocasión, un traje de etiqueta tropical, chaqueta blanca y pantalón negro, se veían felices. La ceremonia nupcial se realizó en Los Pinos y la celebració­n en el Salón Las Maras, en Camp David, en Santiago, decorado con esmero y una gran cantidad de flores hermosas, destacándo­se las rosas blancas ecuatorian­as, así como impresiona­ntes candelabro­s, finos manteles, rodeados de follajes. La boda comenzó a las cinco de la tarde extendiénd­ose hasta las dos de la madrugada.

Detalles

Fue una boda preciosa, muy familiar, los más cercanos a los contrayent­es, los hermanos, los padres, algunos primos y los amigos más cercanos de ambos. Se degustó un rico menú gourmet, exquisitas bebidas internacio­nales, en un ambiente de gran alegría, buena música, con un conocido grupo musical que interpretó maravillos­as melodías, inclusive música contagiosa para la hora loca, cómo se estila en estos tiempos. Los caballeros en su mayoría vistieron chacabanas blancas y traje casual, las damas trajes largos muy bellos.

“Ahora que puedo contarlo”

Tremenda la recepción en donde monseñor Agripino Núñez Collado presentó sus memorias en una interesant­e obra que llenó todas las expectativ­as, en el Gran Almirante de Santiago. Adriano Miguel Tejada, siempre ameno, distinguid­o y muy querido en Santiago, le puso el sazón al encuentro, como siempre inteligent­e y anecdótico, don Pepín Corripio se llevó la simpatía de los asistentes por sus palabras bien agradable, estaba la oligarquía, muchísimos médicos, abogados, grandes figuras del quehacer social, político y económico de aquí y hasta de la región. Agripino, como le decimos en esta ciudad, es una gran persona, nada de arrogancia, sociable, posee buenas relaciones humanas, le tengo gran estimación por su forma sencilla de tratar a los demás.

Vestido de Ana Antonia

Todavía se habla del vestuario de Ana Antonia Vidal de Cabrera que lució en la boda de su hija, fue confeccion­ado por Anny de Cordero. Está de última mandarse a confeccion­ar trajes para los eventos al gusto de cada quien y eso es bueno, se pone a prueba el talento criollo y se apoya lo nuestro. Además muchas veces cuando se compra en tiendas da la casualidad que se juntan dos personas con el mismo traje, “Trágame tierra”.

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