Brasil insta a la abstinencia para evitar embarazos
RÍO DE JANEIRO — El gobierno de extrema derecha de Brasil tiene un mensaje para los jóvenes, al tiempo que el país lucha con una tasa de embarazos adolescentes muy elevada y cada vez más infecciones de VIH: esperen al matrimonio para tener relaciones sexuales.
“Nuestros jóvenes, en general, tienen relaciones sexuales como resultado de la presión social”, dijo recientemente Damares Alves, ministra de la Mujer, Familia y Derechos Humanos. “Puedes ir a una fiesta y divertirte mucho, sin tener relaciones sexuales”.
Para formular su política, Alves trabajó en colaboración estrecha con el equipo responsable de una campaña llamada, “Elijo esperar”, iniciada por pastores evangélicos con una gran cantidad de seguidores en las redes sociales. Al hacerlo, ha desatado un caluroso debate sobre los derechos reproductivos y la educación sexual.
Los detractores señalan que el nuevo énfasis del gobierno en la abstinencia difumina la división entre la Iglesia y el Estado, además de provocar que los jóvenes tomen decisiones con poca información sobre el sexo.
“Contamos con 20 años de estudios de salud pública en todo el mundo, que demuestran, no solo que las políticas de abstinencia son ineficaces, sino que tienen consecuencias nefastas, en cuanto al embarazo de adolescentes y enfermedades de transmisión sexual”, dijo Debora Diniz, activista brasileña y profesora de Derecho. “Estamos diseñando políticas públicas, basadas en creencias religiosas”.
El énfasis del gobierno en la abstinencia concuerda con una campaña presidencial de 2018, en la que el sexo y la sexualidad fueron el tema dominante.
El presidente Jair Bolsonaro y sus aliados acusaron a sus rivales de izquierda de alentar a los adolescentes a tener relaciones sexuales a temprana edad. También condenó una campaña escolar contra la homofobia que fue diseñada, pero nunca implementada, por sus predecesores de izquierda. Su mensaje fue poderosamente eficaz para movilizar a los electores evangélicos.
Los expertos dicen que la campaña podría socavar el progreso que Brasil ha logrado en la reducción de los embarazos entre adolescentes.
La tasa de embarazos entre adolescentes, que alcanzó su punto máximo en los 90, en cerca de 80 por cada 1.000 nacimientos, siguió la tendencia global al descenso en décadas recientes, pero se mantiene muy elevada, sobre 62 por cada 1.000 alumbramientos, muy por encima del promedio global de 44 por cada 1.000, según un informe de la ONU el año pasado.
Otro problema de salud, que requiere de atención urgente, y podría verse afectado por la campaña, es el combate al contagio del VIH. Brasil obtuvo reconocimientos mundiales por sus esfuerzos para combatir la enfermedad, a principios de este siglo, e incluso ignoró patentes mundiales para hacer versiones genéricas de medicamentos salvavidas. Pero en los últimos años, el virus se ha expandido a un ritmo alarmante, opinan los expertos.
Alves, defendió la campaña de abstinencia en el periódico Folha de São Paulo, y enfatizó que la intención no es reamplazar las iniciativas existentes, que incluyen el acceso a anticonceptivos y condones, sino complementarlas. Añadió que el gobierno no deseaba “imponer, sino más bien informar”.
Laryssa Pereira de Souza, de 15 años, que tuvo un bebé el año pasado, comentó que el mensaje de abstinencia podría tener eco entre los adolescentes evangélicos, pero cree que será desestimado por la mayoría de los jóvenes.
La campaña de abstinencia se lanza en un momento en que, la información sobre educación sexual y derechos reproductivos, es restringida en Brasil.
El año pasado, Bolsonaro pidió al Ministerio de Salud que retirara un folleto de salud reproductiva, que incluía detalles de la anatomía humana, pues lo consideró inapropiados para los menores.
Además, el año pasado, los principales proveedores de internet del país comenzaron a bloquear el acceso al sitio web de Women on Waves, una organización que defiende los derechos del aborto y brinda información sobre salud reproductiva y, en algunos casos, pone a disposición de las mujeres, píldoras abortivas en países donde su uso es ilegal. Los proveedores de internet indicaron que bloquearon la web, en respuesta a una orden judicial.
Rebecca Gomperts, doctora, radicada en Amsterdam, que fundó Women on Waves, indicó que el sitio en internet del grupo recibe más visitas de usuarias de Brasil, que de cualquier otro país.
“Brasil es un país enorme y hay una enorme necesidad”, declaró. “Si censuras información científicamente precisa sobre las mejores prácticas médicas, que es lo que proporcionamos, significa que permites información que, tal vez, no sea adecuada y que puede ser perjudicial”.