Estafan en sitios de asesinos a sueldo
SAN FRANCISCO — En un sitio en internet llamado Azerbaijani Eagles, uno puede encargar un homicidio por 5.000 dólares. El sitio Slayers Hitmen ofrece más opciones, en el que una golpiza se cotiza en 2.000. La muerte por tortura cuesta 50.000.
Pero no espere que alguien haga el trabajo. Los expertos y agentes encargados de hacer cumplir la ley, que han estudiado los sitios, prácticamente todos en la llamada red oscura, dicen que son estafas. No se ha conocido algún homicidio atribuido a alguno de ellos.
Los sitios se han convertido en puntos de atracción para personas que quieren pagar para asesinar a alguien. Varios hombres y mujeres están en la cárcel, tras ser atrapados por la policía.
Veinticuatro sitios de asesinos a sueldo son el tema de una investigación académica, en proceso de ser revisada para su publicación, realizada por Tom Holt, profesor de la Universidad Estatal de Michigan, y su estudiante Ariel Roddy.
El surgimiento de la red oscura, durante la última década, permitió la proliferación de los sitios de asesinos a sueldo. Los sitios en la red oscura emplean tecnología, que permite que ambos extremos, de una interacción en línea, oculten su identidad y ubicación.
“Es una oportunidad fantástica para defraudar a la gente porque les das una sensación suficiente de peligro”, expresó Emily Wilson, directora de investigación de
Terbium Labs, una empresa de seguridad enfocada en la red oscura. “¿Qué vas a hacer si no lo llevan a cabo?”.
En muchos de los sitios analizados por el equipo de la Universidad Estatal de Michigan, se hacía un esfuerzo considerable por intentar demostrar su legitimidad para que los clientes se sintieran cómodos, efectuando un pago en la moneda digital Bitcoin.
El sitio 18th Street Mafia incluye una página con enlaces a notas periodísticas sobre asesinatos reales, que, según, ayudó a perpetrar. Sin embargo, ninguno de los artículos indica que el sitio, o incluso un asesino a sueldo, fuera el responsable.
Para los integrantes escépticos de los medios, el sitio comenta: “Podemos proporcionar prueba en video de nuestros servicios, con marcas de tiempo”.
Chris Monteiro, un administrador de sistemas en Londres, ha realizado investigaciones sobre los sitios como proyecto personal. Hackeó el sitio Besa Mafia y algunos otros, donde encontró información sobre 238 personas, que habían pagado por servicios de asesinatos a sueldo. También encontró mensajes que sugerían que los operadores tenían pocas intenciones de cometer los asesinatos.
“Necesito que me ayude a hacer algunos videos para demostrar que Besa Mafia es legítimo, pero SIN matar a nadie”, escribió el operador en un correo electrónico, cuando intentaba contratar a alguien para que produjera videos realistas. “No soy un homicida y no quiero que asesinen a nadie”.
Las agencias policiales se han mostrado renuentes a colaborar con Monteiro o a utilizar su evidencia, debido a la forma en que la consiguió. Pero Monteiro ha trabajado con organizaciones de medios, que han pasado su información a funcionarios de la policia, que con el tiempo, ha llevado a los arrestos.
Se cree que un investigador de la policía en Rusia fue asesinado por dos adolescentes contratados, por un narcotraficante en la red oscura. Una investigación de la BBC descubrió que el asesinato había sido contratado en uno de los amplios mercados de la red oscura, donde se venden drogas y tarjetas de crédito robadas. Fue, según la mayoría de todos, el primer asesinato contratado con éxito en la red oscura.
Sin embargo, aún no ha habido un asesinato contratado en uno de los sitios especializados en ofrecer asesinos a sueldo. “¿Por qué montarías un sitio en internet especializado, cuando sabes con seguridad que la policía invadirá ese sitio para intentar encontrarte?”, manifestó Wilson.
No obstante, los sitios siguen proliferando. Hace unos meses, un ejecutivo de mediana edad en Singapur fue sentenciado a cinco años de prisión, tras pagarle al sitio Camorra Hitman para que matara al novio de su ex amante joven, en un accidente automovilístico orquestado que no ocurrió.
Capturados por pagar asesinatos no cometidos.