El odio le hace más daño a quien lo prodiga
En estos dos últimos años de mi vida he vivido intensamente, pero quizás lo más duro y difícil es compartir espacios con alguien que te odia, que su mirada evoca odio y rabia, talvez no para mí sino talvez a lo que significo, soy una persona llena de defectos como cualquiera pero soy padre, soy amigo, soy hijo, soy humano y a la larga imperfecto.
El odio atraviesa el alma, porque yo nunca lo he sentido muy a pesar de haber conocido personas que me atacaron y me golpearon emocionalmente, no crean como dice un familiar mío que me hago la víctima no es eso son circunstancias, momentos y eventos que te ponen a personas tóxicas en tu camino y ahí no hay víctimas sino aprendizaje.
El odio hace personas doble cara, odian por un lado y por otro se hacen las víctimas, por un lado hace miserable la vida de quienes reciben su antagonismo y por otro se venden como corderos sufridos, pero el odio los consume porque hasta que han atacado con su desprecio no se sienten tranquilos.
El odio los hace seres indeseables y a excepción de sus seres más cercanos el mundo entero les huye por tóxicos e indeseables. El odio les hace más daño a quien lo prodiga que a quien lo recibe, a mí el odio de esa persona me ha hecho más fuerte, ya sus rabietas no me afectan, sus desprecios simplemente me importan un carajo, y su toxicidad ya no me infecta el alma, quien la consume como cáncer en su alma es el odio de esta persona, yo saco mi aprendizaje y sigo en mi camino de la vida.
He soportado y mucho pero mis circunstancias me hicieron aguantarla finalmente han salido personas amorosas que me dan amor y comprensión y ellas me han ayudado a salir adelante, tengo muchísimas situaciones pero lucho, me levanto y sigo muy a pesar de estar abajo, de haber caído y de seguir una difícil situación, pero yo no sé odiar mi alma no da para eso, el odio se lo dejo a esa persona es lo que a lo mejor tiene en si vida, yo sé amar y amo sobre todo a mi mismo, por eso no dejo que si odio me afecte. Para los que han tenido que soportar a alguien que los odie.