Los sueños se hicieron para cumplirse
Los puentes son recurrentes en la saga de Indiana Jones. En ocasiones es un puente invisible que se hace sólido con un primer paso, cuando inexplicablemente el camino se detiene y el protagonista debe avanzar hacia el otro lado; o está construido con pasos “falsos”, que lo rompen, y “verdaderos” que le permiten continuar; y en el caso más extremo tiene que cortarlo, caer al vacío, para proseguir la travesía. Son increíbles metáforas sobre el andar por la vida y la consecución de nuestros sueños, esos maravillosos regalos que nos aguardan después de poner a prueba el coraje.
Los puentes siempre son saltos de fe. A veces solo necesitamos un pequeño esfuerzo para triunfar, por momentos tendremos dudas para elegir la acción correcta, o deberemos abandonar un sendero que en principio parecía propicio, para saltar a lo desconocido. “Déjate caer al abismo y descubrirás que es una cama de plumas”, ha dicho el filósofo estadounidense Terence Mckenna; pues es Dios quien te espera al final del descenso, quien continuamente nos exhorta a dejar los miedos para realizar su plan divino.