Dos en uno.
Fue solo porque tuvo un accidente de motocicleta y se fracturó la pierna que Jonel Cadet supo que estaba infectado con el virus. Y es que en Haití, además de un escepticismo generalizado, corre el rumor de que una inyección que administran en los centros dedicados a pacientes con covid-19 los mataría. “Mi hermano pensaba que me iban a matar en el hospital. Le respondí que era Dios el que decidía...”