Rastrean en murciélagos la evolución del virus
Un equipo internacional de científicos, incluyendo a un destacado investigador del Instituto de Virología de Wuhan, ha analizado todos los coronavirus, conocidos en murciélagos chinos y ha utilizado el análisis genético para rastrear el probable origen del nuevo coronavirus hasta los murciélagos de herradura.
En su informe, publicado en línea el 31 de mayo, los científicos también señalan la gran variedad de estos virus en el sur y suroeste de China e instan a una vigilancia más estrecha de los virus de los murciélagos en la zona y mayores esfuerzos para cambiar el comportamiento humano como formas de disminuir las probabilidades de futuras pandemias.
Los investigadores, en su mayoría chinos y estadounidenses, llevaron a cabo una búsqueda exhaustiva y un análisis de los coronavirus en los murciélagos. La evidencia genética de que el virus
Una región que es un ‘verdadero foco’ de enfermedades.
se originó en los murciélagos ya era abrumadora. Los murciélagos de herradura, en particular, eran considerados probables huéspedes porque otras enfermedades de propagación, como el brote de SARS en 2003, procedían de estos virus que se originaron en estos murciélagos, integrantes del género Rhinolophus.
Ninguno de los virus de murciélago se acerca lo suficiente al nuevo coronavirus, como para sugerir que saltó de los murciélagos a los humanos.
El progenitor inmediato del nuevo virus no se ha encontrado. Inicialmente se sospechó de los pangolines, aunque no hay evidencia de que fueran la fuente inmediata.
La nueva investigación incluye un análisis de la evolución viral y de los murciélagos que respalda firmemente el origen sospechoso del virus en los murciélagos de herradura, pero no es definitivo. El informe también añade detalles a lo que los científicos saben de los coronavirus en los murciélagos, cómo han evolucionado y qué tipo de amenaza representan.
Richard Ebright, microbiólogo y experto en bioseguridad de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, ha argumentado que podría haber habido una fuga accidental de un virus de evolución natural, presente en el Instituto de Virología de Wuhan, y que la seguridad del laboratorio debería investigarse.
Ese laboratorio ha sido objeto de teorías conspirativas, que promueven la idea de que el nuevo coronavirus fue creado en un laboratorio.
Zheng-Li Shi, director del Centro de Enfermedades Infecciosas Emergentes del instituto, conocido por su trabajo para rastrear la fuente original del virus del SARS en los murciélagos e identificar el SARS-CoV-2, como se conoce al nuevo coronavirus, es uno de los autores del nuevo estudio, junto con Peter Daszak, presidente de EcoHealth Alliance, una organización sin fines de lucro, con sede en Nueva York.
Los investigadores recolectaron muestras orales y rectales con hisopos, así como pellets fecales de murciélagos en cuevas en China de 2010 a 2015, y utilizaron la secuenciación genética para obtener 781 secuencias parciales de los virus. Los compararon con la información de secuencias ya documentada, en bases de datos informáticas sobre el coronavirus de murciélago y pangolín.
Encontraron evidencia de que el nuevo coronavirus pudo haber evolucionado en la provincia de Yunnan, pero no pudieron descartar un origen en otras zonas del sudeste asiático fuera de China.
La familia de murciélagos que incluye al género de herradura, Rhinolophus, al parecer se originó en China hace decenas de millones de años. Tienen una larga historia de coevolución con los coronavirus, que el informe muestra que comúnmente saltan de una especie de murciélago a otra.
Daszak indicó que la región donde convergen China, Laos, Vietnam y Myanmar puede ser “el verdadero foco de estos virus”.
No solo los murciélagos deben ser monitoreados, comentó Daszak, sino también los humanos.
Afirmó que ese esfuerzo sería muy costoso, pero que, en comparación con el costo de una pandemia, “definitivamente está obteniendo un buen retorno de la inversión”.